Por Hugo Arteaga*

Existen terapias de descarga emocional donde, para tratar cuestiones de estrés o de apego, te invitan a gritar lo más fuerte que puedas en una almohada, golpear un colchón, o escribir una carta y luego quemarla. Esto puede parecer contradictorio ya que desde niños nos enseñan a no gritar, enojarnos, golpear o prenderle fuego a algo; porque si lo hacíamos, haríamos llorar al Niño Dios. Pero, en realidad, estos eventos aislados de piromanía, ira y violencia controlados y enfocados, irónicamente pueden traerte mucha paz. Y este tipo de catarsis poco ortodoxa tiene mucho en común con el Metal, uno de los géneros musicales más controversiales.

Los metaleros entendemos perfectamente lo liberador que resulta hacer headbanging mientras tocamos una guitarra imaginaria, gritamos a todo pulmón, prendemos el encendedor durante los solos y hacemos los clásicos cuernitos con los dedos. Es un sentimiento de invencibilidad, expresión propia y rebeldía.

Desafortunadamente, aquellos no familiarizados con este género, únicamente lo relacionan con violencia, gritos y ruido. Pero existe un método en el caos. Existe un desfogue cuando gritas libremente lo que sientes. Existe una mezcla de violencia y romance mientras bailas en un moshpit cuyos participantes sienten lo mismo que tú. Y forzosamente, cuando te expresas a todo volumen, siempre existirá alguien que lo confundirá con ruido. Eso siempre ha sido el Rock; y eso es el Metal, en pocas palabras.

Esta lista no trata únicamente sobre un género musical. Habla sobre la actitud y el espíritu de esta música, así como de su capacidad expresiva, curativa, catártica, individualista y libertaria. Mi intención con esta lista es recomendarles grandes producciones cinematográficas influenciadas por el Metal que incluyen horror, thriller, grandes comedias, hermosos dramas; e incluso, uno de los documentales más infames jamás creados.

10.- Trick or treat (Charles Martin Smith, 1986)

Eddie Weinbauer es un solitario adolescente quien diariamente sufre bullying en su escuela por ser fan del Metal. Cuando su ídolo, Sammi Curr, muere en un incendio, Eddie recibe un disco que, al ser reproducido en reversa, le permite comunicarse con el fallecido cantante; utilizando esta conexión sobrenatural para vengarse de sus enemigos hasta que las cosas salen de control.

Siempre me gusta iniciar estas listas con una cinta de culto poco conocida, y esta vez no será la excepción, ya que el slasher ochentero nos entregó a monumentales iconos del horror como Freddy Krueger, Jason Voorhees y Michael Myers. Pero también nos presentó a cuestionables personajes que obviamente nunca alcanzaron el estatus de sus contemporáneos pero que, a su vez, terminaron convirtiéndose en favoritos de los amantes del cine de culto. Y Trick Or Treat, definitivamente nos dio a uno de los personajes más absurdos y divertidos del horror ochentero: un espíritu metalero que viaja a través de las ondas de radio buscando castigar a quienes cancelaron su última presentación.

Gracias a su ridícula premisa y curiosos cameos por parte de leyendas como Ozzy Osbourne y Gene Simmons, esta película era una obligada consentida de festivales y maratones de cine schlock durante Halloween. Sin embargo, y a pesar de lo boba e inocua que parezca, cada vez se volverá más y más difícil de ver, hasta que eventualmente sea inconseguible (lo cual hace que los fans la busquen aún más), ya que, hasta cierto punto, racionaliza y defiende a una figura social que ha resultado muy problemática últimamente: el adolescente callado del salón quien, después de soportar bullying, decide vengarse de sus victimarios.

Trick Or Treat claramente no es una película para todos, pero definitivamente pertenece a esta lista al ser un clásico de culto que sé que mis compañeros amantes del horror ochentero, caricaturesco y burdo adorarán. Después de todo, estamos hablando de una versión metalera de Freddy Krueger.

9.- Satanás americano (Ash Avildsen, 2017)

The Relentless es una banda que converge en Los Ángeles buscando convertirse en las próximas grandes estrellas de rock. Después de algunos tropiezos iniciales, aceptan la ayuda de un misterioso extraño conocido como Mr. Capricorn, quien promete convertirlos en iconos a cambio de sus almas.

Las leyendas sobre músicos vendiéndole su alma al Diablo a cambio de talento, fama y fortuna, han existido desde los tiempos de Paganini, Robert Johnson y hasta Led Zeppelin y Los Beatles. Y eso es lo que hace tan interesante a este thriller sobrenatural, ya que logra modernizar y presentarle estos mitos a nuevas generaciones; así como explorar los motivos y circunstancias actuales que llevarían a alguien a pactar con el Diablo.

Desarrollada por un sello disquero (en lugar de un estudio), y protagonizada principalmente por músicos en lugar de actores (Andy Biersack de Black Veil Brides y Ben Bruce de Asking Alexandria), esta cinta obtuvo un enorme impulso gracias a los fans de dichas bandas. Sin embargo, la crítica no estuvo muy de acuerdo con los fans, ya que la inexperiencia y deficiencia en temas de actuación y producción resultan algo evidentes.

Pero lo que realmente la hace interesante, es esta mezcla ingenua entre conspiraciones satánicas que esperarías encontrar en canales sobrenaturales chafas de TikTok, junto con inteligentes comentarios sobre el rock y el verdadero ocultismo; y, sobre todo, una mordaz crítica hacia los demonios (reales o imaginarios) que enfrenta cualquier banda emergente, así como sobre nuestra percepción de ellos como público.

Satanás Americano aparenta ser sólo una versión faustiana adolescente light. Pero me da gusto admitir que me calló la boca, ya que presenta temas y alegorías bastante atinadas; sobre todo si conocen la obra de Goethe. Por lo mismo, y gracias a sus aciertos, esta historia continuó a través de Paradise City, serie que aún no he visto, pero que seguiré en cuanto mi economía me lo permita.

8.- Lords of Chaos (Jonas Åkerlund, 2018)

Oystein Aarseth, mejor conocido como Euronymous, es un ambicioso joven quien logra cierto reconocimiento al ser uno de los iniciadores del Black Metal con su banda Mayhem. Después del suicidio de su ex cantante, crea el Círculo Interno, donde un grupo de jóvenes se reúnen para compartir ideas extremistas junto con nueva música. Cuando Varg Vikernes, fundador de la banda Burzum, se convierte en miembro, desencadenará una lucha de poder que terminará en la infame serie de asesinatos y quema de iglesias que asolaron a Noruega durante los 90.

Grupos religiosos y asociaciones de padres de familia gritando: “¡Alguien por favor quiere pensar en los niños!”, han profesado por décadas lo peligroso que resulta escuchar rock, y sobre todo metal; alegando que sus letras llenas de violencia, sexo y satanismo pervierten la imberbe y frágil mente juvenil. Aunque definitivamente esto no es la norma, sí han existido eventos trágicos donde la gente lleva las cosas a otro nivel, y uno de los mejores ejemplos pudo verse a inicios de los 90 durante el nacimiento del Black Metal, cuando Noruega y varios países bálticos sufrieron una ola de homicidios, profanación de tumbas, e incendios premeditados en iglesias.

Basada en estos hechos reales (aunque tomándose ciertas libertades creativas), esta película recrea fielmente estos acontecimientos sin tentarse el corazón al exponer visceralmente los crímenes cometidos durante esta etapa, por lo que contiene escenas algo pesaditas. Pero también logra exponer lo que muchos puristas consideran como el mayor pecado del movimiento: ser un “poser” (lo cual resulta problemático cuando analizas toda la historia). Y es por esto que la comunidad del “Black Metal” la denigró y desacreditó, ya que deja muy mal plantada tanto a la escena, como a figuras importantes.

Con impresionantes actuaciones, principalmente a cargo de Rory Culkin, quien ha trabajado muchísimo para salir de la sombra de su hermano: Macaulay Culkin (a.k.a. Mi Pobre Angelito); esta película funciona como la introducción perfecta hacia uno de los capítulos más oscuros de la música. Y si después de verla desean profundizar sobre este tema, les recomiendo los documentales: Until the Light Takes Us (2008) y Once Upon a Time in Norway (2007), completas con todo y link y subtítulos. Aprovechen antes de que las tumben.

7.- Heavy Trip (Juuso Laatio y Jukka Vidgren, 2018)

Cuatro amigos de la infancia han ensayado en sus sótanos por años. Aunque nunca han tocado en vivo, no tienen canciones propias y su grupo ni siquiera tiene nombre, ellos aman lo que hacen; a pesar de ser considerados como bichos raros en su pequeño pueblo. Cuando aparece una oportunidad para tocar en un festival en Noruega, inmediatamente se convierten en celebridades locales, adquiriendo mayor seguridad y motivación. Pero existe un problema: ellos no están formalmente invitados al festival.

Todos aquellos que formaron o forman parte de una banda, conocen perfectamente esa mágica sensación cuando van iniciando y deben encontrar su identidad y sonido, elegir el nombre del grupo, tomarse fotos, escribir su primera canción y prepararse para su primer concierto. Es un conjunto de experiencias inolvidables, dolorosas y ridículamente surrealistas.

Heavy Trip logra presentarnos todo este viaje en una forma divertida, emotiva y muy identificable; ya que, si tuviste una banda, te traerá muchísimos recuerdos que te harán botarte de risa. Y si nunca formaste parte de una banda, aun así te invitará a vivir esta experiencia y a reírte de ella.

Uno de sus mayores aciertos es que, a través de 4 o 5 personajes, logra representar perfectamente como son los metaleros en la vida real, ya que, a diferencia de lo que diga mi tía, no todos somos psicópatas violentos. Existen metaleros serios y sensibles, energéticos y entusiastas, responsables, algunos algo lentos… y, siendo honestos, también hay uno que otro psicópata violento. Pero lo que más celebro, es que finalmente demuestra la enorme importancia y el papel que tenemos todos los bajistas en cualquier banda: ser el gurú espiritual e intelectual del grupo a través de nuestro conocido estoicismo silente.

Heavy Trip es definitivamente una de las mejores comedias de los últimos años. Gracias a su humor tipo slapstick, mezclado con una inteligente parodia sobre el Metal, nos entrega una increíble historia sobre la amistad, el amor y pasión que genera esta música, y el obligado absurdismo que todo esto conlleva.

6.- Pop Redemption (Martin Le Gall, 2013)

The Dead MaKabés es una banda a punto de desintegrarse, ya que cada miembro tiene metas diferentes. Cuando tienen la oportunidad de tocar en el Hellfest, el festival de Metal más importante del mundo, a regañadientes deciden aceptar y presentarse. Pero durante el trayecto se convierten en los principales sospechosos de un asesinato, viéndose forzados a mantener un perfil bajo para regresar a sus casas sin ser arrestados, o para lograr presentarse en el concierto.

Previamente hablé sobre lo mágico que resulta ser parte de una banda que va iniciando. Pero al ir creciendo, madurando y evolucionando, todos los planes y prioridades cambian, ya que hay que pagar deudas, cuidar niños, pensar en el futuro, etc. Pop Redemption ejemplifica a la perfección lo complicado que es envejecer siendo miembro de un grupo de rock, junto con lo inspirador que es redescubrir ese amor e impulso por algo que creías perdido. Personalmente, adoro esta película al exponer este tema de una forma tan divertida y hermosa.

Para los “metalheads”, esta cinta contiene curiosas referencias, buena música y múltiples oportunidades para reírte de ti mismo y de la escena, y, sobre todo, incluye una clara y gráfica explicación sobre la evolución del Metal. Pero curiosamente, quienes más disfrutarán esta película son mis compañeros “Beatlemaniacos”, ya que este film está plagado de referencias sobre la música, arte, cine y videos del “Cuarteto de Liverpool”. E incluso, me comprometo a invitarle una cerveza a quienes logren encontrar TODAS las referencias e easter eggs sobre “Los Beatles” que contiene esta película.

Filmada con público y escenarios reales del Hellfest, Pop Redemption es una extraordinaria comedia con alma y corazón. Es la película perfecta para cuando te sientes mal o te encuentras en una mala racha; ya que después de verla, te sentirás motivado e inspirado por el espíritu del Metal y de “Los Beatles”, y pasarás una gran semana cantando y tarareando canciones sobre fresas.

5.- Hesher (Spencer Susser, 2010)