«El Exorcismo de Dios», un discurso puritano – CinEspacio24

«El Exorcismo de Dios», un discurso puritano

Comparte el cine

Crítica de El Exorcismo de Dios, dirigida por Alejandro Hidalgo; filme que narra cómo un sacerdote comente un terrible pecado para su religión después de que realiza un exorcismo. 

 

 

Por Martín L. González*

@martin_lgonzale

El cine de terror es uno de los géneros que más ha batallado por mantenerse relevante, ya que es víctima de la decadencia argumental y la falta de propuestas originales.Por ello, es que la emoción de ver cintas que nos hagan saltar de miedo  es cada vez  menor. Y esto no mejora si analizamos el catálogo que ofrece el terror, el cual parece repetir las mismas tramas una y otra vez, siendo los exorcismos una de las vertientes narrativas más utilizadas y por consiguiente una de las más quemadas.

Esto se debe a que la mayoría de cintas pertenecientes a este subgénero  parecen nutrirse del éxito que rodeó a El Exorcista (William Friedkin, 1973), y buscan replicar el impacto cultural de esta, pero sin aportar nada nuevo. Así, empujan a estos temas  por un tobogán que parece desembocar directo en la decadencia y la mediocridad.

En ese contexto, se estrena El Exorcismo de Dios, una cinta que sigue la vida de Peter Williams (Will Beinbrink), un sacerdote que tras ser poseído por un demonio en un exorcismo, termina por sucumbir ante el deseo sexual y por consiguiente entabla relaciones sexuales con la mujer que exorcizó.

Lo llamativo de este filme es que la presencia de la «tentación sexual»  es uno de los grandes problemas que tiene, ya que termina por formar parte de un discurso puritano y conservador. De esta forma, El Exorcismo de Dios realiza una analogía del deseo sexual contra la fe, satanizando los deseos carnales, y a su vez catalogándolo como una mancha imborrable.

Esta idea se refuerza aún más si anteponemos las acciones del padre en cuestión con el enorme error de su vida, ya que la problemática en la cinta no busca enjuiciar el abuso de poder de la Iglesia, o el abuso sexual que los hombres han ejercido sobre las mujeres durante años, sino por el contrario sólo señala el deseo sexual como una aberración sin tomar en cuenta nada de lo anterior.

El asunto es que toda la moral de gelatina que permea a la cinta no es el único problema, pues en el aspecto técnico flaquea bastante, utilizando el mismo esquema para generar miedo durante todo el largometraje, el cual consiste en edificar un ruido inesperado con la intención de captar la atención del espectador, para continuar con un momento de silencio y terminar con un susto que se basa en un ruido estruendoso o una imagen impactante. 

Quizá su punto a favor es que propone una idea interesante sobre un siervo de Satán que exorciza a un Padre que lleva a Dios en su corazón. Eso sin mencionar que el padre Michael es el alivio cómico de la cinta y funciona por sus diálogos tan ocurrentes. 

En resumen, El Exorcismo de Dios, que se estrena este 17 de febrero, es una cinta más que se une al amplio catálogo de películas que dan más risa que miedo.

*Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24. 

Sé el primero en comentar en ««El Exorcismo de Dios», un discurso puritano»

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*