Camaradas, amores juveniles y muchos rayos: «Shazam! Furia de los dioses» – CinEspacio24

Camaradas, amores juveniles y muchos rayos: «Shazam! Furia de los dioses»

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Crítica de Shazam! Furia de los dioses, cinta dirigida por David F. Sandberg, segunda aventura del superhéroe Shazam y su familia, quienes se enfrentaran a tres peligrosas villanas. 

Por Isaac Piña Galindo
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@IsaacPi15a 

David F. Sandberg, Zachary Levi y el equipo original de Shazam! vuelven para una segunda aventura del superhéroe homónimo y su familia de “adoptados inadaptados” que, gracias a los eventos de la primera parte, ahora comparten la cualidad de tener superpoderes como su hermano mayor Billy Batson (el mismísimo Shazam titular).

La película se estrena en un periodo de confusión y cierta alarma entre los ejecutivos de Warner Bros., y DC, quienes, después de la despedida de Zack Snyder y el pleito con La Roca, decidieron contratar al controversial cineasta James Gunn para que lleve las riendas de DC Films en el futuro cercano.

En ese clima de transición arriba la segunda entrega de Shazam, un héroe más afín a la desfachatez y niñerías propias de Marvel (la competencia).

Este estilo marvelesco desentona y se antoja ajeno a otras cintas del universo (Aquaman, por ejemplo), e igualmente, de algún modo, Sandberg y compañía han evitado escándalos o contiendas extra-cine que siempre aquejan a fans y a productores con lo relacionado al universo de DC (el caso de Ezra Miller, una prueba sonadísima).

Con todo y todo, el segundo Shazam que firma Sandberg resulta entretenido, alocado e inclusive un poco más imaginativo que la película antecesora, la cual dependía mucho del truco “niño adulto” y de la trama del tipo “pez fuera del agua” (donde un protagonista debe adaptarse a las complejidades de un nuevo mundo, con resultados hilarantes).

El guion escrito por Henry Gayden y Chris Morgan profundiza en el conflicto familiar y el trauma de la orfandad emocional de Batson/Shazam, al tiempo que presenta un grupo de antagonistas interesantes además de involuntariamente cómicas, villanas cuya misión consiste en reestablecer el reinado de los dioses ahora en nuestro planeta/universo.

Los villanas y sus monstruosos secuaces sin duda son la mejor baza para la propuesta visual de Sandberg, un esfuerzo honesto por intentar de inyectar algo diferente al carrusel de espectáculo y CGI que por lo general desfila sin ton ni son por dos horas y el cual domina el actual cine de adaptación de cómics.

Desde un inicio, las tres hermanas diosas vengativas imprimen una energía diferente, divertida, pícara y brutal, que hace recordar con gusto a la Hela de Cate Blanchett en Thor Ragnarok.

Helen Mirren, como siempre, cumple con creces como la líder del grupo, inteligente y grácil a partes iguales, en una actuación comprometida con el rol pero entendiendo a la perfección el tono ligero del filme; por otra parte, Lucy Liu demuestra que está muy lejos del talento de Mirren pero compensa su gesto acartonado con energía y entusiasmo en las numerosas escenas de acción. La actuación de Liu es tan mala que, irónicamente, resulta por demás adecuada para las batallas y los momentos de combate, y me provocó una punzada de nostalgia al recordarme las fechorías de la hechicera Rita Repulsa que aterrorizaban a los Powers Rangers, programa que solía ver en mis años mozos.

Caso opuesto el trabajo de Rachel Zegler en el papel de Anthea, la hermana-diosa “joven”, personaje con el que la actriz revelación del 2022 confirma su natural magnetismo y su simpática presencia actoral de su debut en Amor sin barreras.

A pesar de contar con diálogos de pobre calidad, Zegler entreteje una villana ambigua, misteriosa y cautivante, cuyas acciones alimentan el conflicto personal de Billy Batson con sus hermanos y el subsecuente compromiso social inherente en las actividades superherocias.

Con seguridad, la joven Zegler entrega la mejor actuación de la película y comparte los momentos más entrañables y divertidos junto con el también talentosísimo (y actor promesa) que es Jack Dylan Grazer.

Por último, cabe apuntar que la batalla final, en particular el balance entre comedia, fantasía y hasta horror que logra Sandberg, nos regala un clímax vibrante que reutiliza ciertas tomas y acentos visuales de grandes obras de fantasía, como las series Game of Thrones y Gravity Falls, o la clásica Willow de Ron Howard.

Con Shazam! Furia de los dioses, que se estrena en salas de cine este 16 de marzo, Sandberg confirma su pasión detrás de la cámara y su creatividad para resolver emplazamientos y cortes dinámicos que hagan relucir los efectos hechos por computadora sin olvidar el corazón de la película: el grupo protagónico de superhéroes.

Igualmente rescato que el realizador sueco captura y transmite la hermandad del grupo, pues no importa cuanto ajetreo ocurra durante las peleas, el núcleo familiar siempre sobresale para anclar el poder emocional del filme y, por descuento, mantiene al espectador en tensión constante.

En la balanza comparativa, debemos apuntar cómo en la reciente Black Adam, protagonizada y producida por La Roca, si bien la película tuvo uno que otro acierto en términos de cine de acción, no existía realmente química entre el actor-luchador con el resto del elenco, elemento no de menor importancia al momento de explorar un género y un estilo apropiado para niños y familias.

 

*Cineasta. Crítico de Cine. Colaborador de CinEspacio24 Noticias 

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