«Licorice pizza», ¿la favorita de los Oscares?

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Crítica de la cinta Licorice Pizza, la reciente obra del reconocido director Paul Thomas Anderson. Texto realizado en nuestro taller de Crítica Cinematográfica.

Cristina López*

@elvicristhy

Una larga fila de niños se extiende por los pasillos de una escuela iluminada por el Sol californiano. Alana (Alana Haim), una joven de veinticinco años recorre con hartazgo la fila de estudiantes ofreciendo un espejo y un peine para quienes requieran arreglarse antes de la foto escolar. Entre la fila de estudiantes se encuentra Gary (Cooper Hoffman), quien sin reparar en la diferencia de edad, aprovecha la labor de Alana para coquetear con ella.

Durante una rápida caminata del pasillo al gimnasio sucede el diálogo entre los jóvenes al estilo Manhattan (1979) y musicalizado por la canción July Tree de Nina Simone. Con razonable incredulidad, ella intenta desmontar todos los intentos de Gary para invitarla a salir. Entre risas de incredulidad, Alana se niega a la idea de relacionarse con alguien mucho menor. Sin embargo, el ingenio y los aires de madurez que afianzan la confiada personalidad del joven logran afianzar más que una cita en el Tail o’ the Cock: la escena termina con una incontrolable sonrisa en el rostro de Alana y con ello el inicio de una fantástica historia de amor.

Licorice Pizza es el nombre de esta nueva película de época escrita y dirigida por Paul Thomas Anderson. Ambientada en 1973 en su natal Valle de San Fernando, sucede una historia de ficción llena de obvias referencias de la cultura estadounidense y memorias cinematográficas reales en las que el director se inspiró para crear a los personajes y recrear los momentos más icónicos de la cinta, como también lo vimos en Once Upon a Time in Hollywood (2019) de Tarantino.

En este nuevo material el personaje de Gary está basado en las anécdotas del actor y productor Gary Goetzman, quien en la vida real fue una estrella infantil y vendedor de camas de agua. Gracias a la conexión del personaje con el mundo televisivo tenemos momentos cinematográficos arreglados con los cameos de Sean Penn, Maya Rudoplph, Harriet Sansom, Giorge Dicarpio, Christine Ebersole o Bradley Cooper (por mencionar a algunos). En este universo de ficción que recrea la atmósfera de Licorice Pizza se entretejen las aventuras que irán acercando emocionalmente a esta encantadora pareja que además está endulzada con una excelente banda sonora.

Si el rostro de Gary nos parece familiar, a pesar de que realmente es la primera vez que aparece en la pantalla, es porque se trata de Cooper Hoffman, hijo del difunto actor Philip Seymour Hoffman de quien heredó ademanes similares. Por otro lado, Alana Haim, integrante de Haim una banda de indie rock originaria del Valle de San Fernando, interpreta el personaje coprotagonista del mismo nombre. El personaje de Alana que se encuentra en pleno tránsito a la adultez y que está en búsqueda de su propósito personal, fue prácticamente elaborado para la actriz y músico, quien además participa junto con sus hermanas en la cinta.

Licorice Pizza forma parte de las cintas de época en las que Thomas Anderson demuestra una vez más su talento recreando épocas como en Boogie Nights (1997) que está ambientada a finales de la época de los setenta en donde retrata la industria del cine porno, The Master (2012), la sociedad postguerra, o There Will be Blood (2007) ambientada durante el auge petrolero de la primera mitad del siglo XX. Actualmente cuenta con una triple nominación al Oscar como mejor película, mejor director y mejor guión original y ya se encuentra disponible en diferentes salas de cine en México.