Crítica de Nope, la nueva cinta de terror del reconocido director Jordan Peele, quien nos narra cómo los cuidadores de un rancho de caballos en California son testigos de una fuerza maligna y misteriosa que afecta el comportamiento de los humanos.
Por Jesús M. Pedraza Madrid*
Nope es la tercer película de Jordan Peele, director de las cintas de terror Get Out (2017) y Us (2019), dos historias que dividen a la opinión publica en cuanto a su calidad, ya que son tramas tanto originales como altamente perturbadoras.
La nueva cinta de Peele explora el horror a través de combinar tres géneros muy populares del Hollywood clásico estadounidense: el western, la ciencia ficción y el terror. El filme es protagonizado por Daniel Kaluuya y Keke Palmer que dan vida a los hermanos OJ y Emerald Haywood; cuenta también con la participación de Brandon Perea (el vendedor de tecnología, Angel Torres), Steven Yeun (el propietario del rancho “Jupiter’s Claim”) y Michael Wincott (como un reconocido director de fotografía).
La película trata sobre los hermanos OJ y Eme Haywood, dueños de un negocio que heredaron de su difunto padre, cuyo giro es entrenar y manejar caballos para producciones cinematográficas y televisivas. Después de un desafortunado accidente en el set de una producción, el negocio de los hermanos se ve en serios problemas económicos que lo llevan rápidamente a la decadencia, motivo por el cual OJ tiene que vender sus caballos a Ricky “Jupe” Park, su vecino y dueño de un parque temático al estilo “Viejo Oeste”.
Preocupados por el nuevo camino que tomó su vida, OJ y Emerald empiezan a ser testigos de perturbadores fenómenos que suceden en su rancho, desde cosas que caen del cielo sin ninguna explicación hasta la desconcertante desaparición de sus caballos, por lo que pareciera ser una opresora presencia extraterrestre. Es así como los hermanos deciden invertir en equipo de video para filmar los sucesos que están ocurriendo, ya que están seguros de que esto sería la oportunidad de sus vidas; sin embargo, desconocen que esta ambición desmedida los llevará por un camino lleno de anomalías aberrantes, horror y sobre todo peligro.
Nope es un filme cargado de suspenso y horror intercalado con algunos toques de comedia inteligente y crítica social que sin duda alguna convertirán esta película en un referente dentro de la ciencia ficción extraterrestre.
El tratamiento de esta película me trae a la mente una mezcla entre el horror de Signs (2002) de de M. Night Shyamalan y la introducción de lo fantástico de Close Encounters of the Third Kind (1977) de Steven Spielberg. Asimismo, me parece que hace alusión a los eventos paranormales del Skinwalker Ranch, la polémica abducción de Betty y Barney Hill, e incluso la euforia del famoso caso del OVNI de Roswell en 1947. Si no estas muy familiarizado con estos temas te recomiendo echarles un vistazo, seguramente te mantendrán intrigado.
Un punto destacado de este largometraje es que vemos una evolución sorprendente en el estilo narrativo de Jordan Peele, ya que este trabajo en apariencia se aleja un tanto de la denuncia social que se ha convertido en canon dentro de sus obra.
No obstante, a diferencia de sus filmes anteriores y de su participación como guionista en Candyman (2021) de Nia DaCosta en donde la crítica anti racial es más que notoria, Nope introduce estos temas de manera más sutil dentro de su argumento, llevándonos a los orígenes de la cine; pues nos narran que los hermanos Haywood (quienes indirectamente trabajan para la industria de la producción audiovisual) son descendientes del jinete afroamericano que monta en las fotografías de El caballo en movimiento de Eadweard Muybridge, un experimento óptico que es base de la construcción cinematográfica por la ilusión del movimiento de la fotografías.
Otro detalle muy interesante de Nope es que está narrada de manera no lineal. La película está dividida en capítulos que marcan cada uno los incidentes que veremos durante la opresión de dicha entidad extraterrestre; además, dentro de los capítulos el realizador usa flashbacks para crear subtramas narrativas de hechos y escenas que en realidad no presentan una relación directa con las anomalías a las que se enfrentan nuestros protagonistas, pero que sin duda tienen una relación teórica y racional para poder identificar las conductas impredecibles de la misteriosa entidad.
Desde el punto de vista del horror, Jordan Peele hace un paralelismo de los miedos colectivos de la sociedad estadounidenses. Por un lado, tenemos una violenta y claustrofóbica masacre dentro de un programa televisivo, donde enfatiza el maltrato animal y la propiedad de armas. También, las locaciones seleccionadas para el filme, vastos y casi desérticos espacios abiertos, producen una sensación inquietante en los personajes y en el espectador: una suerte de miedo irracional a los exteriores consecuencia del terror a convertirse en presa de un depredador impredecible y errático. Claustrofobia y agorafobia, dos conceptos opuestos que se combinan y generan un tono opresivo y angustiante dentro del ambiente rural donde se desarrolla la historia.
Respecto a elementos técnicos, Nope, que se estrena este jueves 25 de agosto, es una película muy cautivante y visual, pues su diseño de producción, cinematografía, sonido y efectos especiales te mantienen cautivo mientras se desarrolla la trama. Con algunos toques puntuales de comedia inteligente para liberar la tensión, este filme te atrapa tanto que es imposible no prestar atención a lo que pasa en pantalla, sin duda alguna, una ejecución formidable del cine de autor de Peele.
Hay un punto que quiero mencionar y que me creo es “el toque especial” que hace que este filme funcione tan bien. Su argumento nos invitan a reflexionar sobre la ética de los seres humanos, desde el punto de vista de una obsesión abnegada y enfermiza por alcanzar fama. La obsesión que nos muestra por filmar algo peligroso se presenta como una suerte de peligro y errática devoción por el entretenimiento.
El Pumpkímetro para Nope
Momento de brindar las calabazas de mi huerto. Para quienes no me han leído antes, a mí me gusta calificar las películas con calabazas, ¿por qué? porque son altamente versátiles y útiles para toda ocasión. Tomando como parámetro que cinco calabazas equivaldría a «Ver esta película genera una sensación igual de cautivante, excitante y aterradora de presenciar una anomalía sobrenatural. Una experiencia que te cambia la vida» y que por el contrario, cero calabazas es algo como «Ver esta película te deja una sensación de tedio, aburrimiento y rutina comparable con ver pasar las manecillas de un reloj: nada nuevo».
Tomando en cuenta estos parámetros y con base en mis impresiones anteriores, yo le otorgo a Nope un total de 🎃🎃🎃🎃🎃, por traernos una historia altamente original y perturbadora que nos deja un ente extraterrestre que rompe completamente con el arquetipo del “platillo volador” y que tiene incluso la potencia suficiente de revitalizar el género. Espero que estas calabazas sean bastante útiles para que OJ, Eme y Ángel las utilicen de manera ingeniosa en su cacería de Jean Jacket, porque es bien sabido que los UAP — Unidentified Aerial Phenomena, nuevo término acuñado en 2021 que sustituye al término UFO y OVNI— les gusta abducir humanos, vacas, caballos y calabazas; así que de seguro serán la carnada perfecta. Nos vemos pronto y recuerda estar atento a las nubes del cielo, nunca sabemos qué puede estar escondido entre ellas. ¡Hasta la próxima!
*Analista. Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
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