Campamento maldito. ¿Sabías que la locación en la que se filmó la película fue encontrada casi a última hora? La producción se enfrentó a la problemática de encontrar un campamento que no fuera tan actual y que se asemejara a la época en donde ocurre la historia. Afortunadamente encontraron un campamento que no había sido remodelado desde 1970, el cual les quedó como anillo al dedo.

Se trata del Campamento Daniel Morgan y está ubicado dentro del parque Hard Labor Creek, en Georgia, Estados Unidos. Se dice que está embrujado, ya que muchos miembros tanto del elenco, como del staff dicen ser testigos de presencias y eventos paranormales durante el rodaje. Si quieres comprobarlo y vivir la experiencia en carne propia, puedes visitarlo y aprovechar las actividades planeadas para toda la familia. Muchos de los visitantes afirman que la atmósfera que se siente es tan espectacular que tienen la sensación de estar en el universo macabro de Viernes 13. A propósito de este campamento, te contamos que algunas escenas de la parte VI de Viernes 13: Jason Vive ,fueron filmadas aquí.

Referencias a Stephen King. Igual que en la primera parte vemos a dos protagonistas  conversando sobre la publicación de un libro de terror, por la fecha deducimos que  están hablando de The Stand publicado en 1978, año en el que se ambienta la película. Asimismo, en un escena están preparando la mezcla de pintura roja para vengarse de alguien, referencia al icónico baile sangriento de Carrie otra de las novelas de King.

Tylenol, la ruleta rusa del 82. L484 es la droga que los protagonistas toman con la expectativa de tener un efecto alucinógeno, pero oh triste desilusión, esta fórmula es la del famoso Paracetamol, el analgésico que se ha convertido en remedio y vieja confiable de nuestros achaques. Sin embargo, una de las marcas más populares de este fármaco es el Tylenol, el cual tiene un escabroso pasado en la historia de Estados Unidos, ya que en 1982, en Chicago, siete personas murieron tras haber ingerido dosis que se encontraban mezcladas con cianuro de potasio y la policía reveló más tarde que en dicha ciudad se habían puesto botellas con este compuesto para matar personas al azar. Como vaticinarás, el responsable nunca fue detenido y ese caso quedó inconcluso.

Carry on my Wayward Son. A lo largo de la película escuchamos dos veces esta canción, interpretada por Kansas, la cual está íntimamente ligada con la serie Supernatural (2005). Deléitate con el soundtrack y súbele al volumen con nuestra playlist en Spotify:

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“El Lechero”. La leyenda dice que tras ser poseído por el espíritu de la bruja, asesinó a amas de casa durante la década de los 50, su apariencia es extremadamente parecida a la de Michael Myers, protagonista de la célebre saga creada por John Carpenter Halloween.

Hachazos resplandecientes. En una de las escenas rompen una puerta de madera con un hacha, sobra decir que este es un guiño a la legendaria escena protagonizada por  Jack Nicholson en su papel de Jack Torrance de la cinta El resplandor (1980). que por cierto tiene sus orígenes en el filme danés La Carreta Fantasma (1921).

Aunque en ocasiones es tedioso resistir a sus casi dos horas de duración, si te atrapó la historia de la primera parte,  no te puedes perder de La calle del terror (Parte 2): 1978, la segunda parte de esta historia te revelará muchas claves entorno a los misterios de la leyenda de Sarah Fier, la bruja que atormenta al pueblo de Shadyside desde hace siglos. ¡Prepárate porque se han redoblado las dosis de sangre, alaridos de horror y muertes protagonizadas por los desafortunados campistas asistentes al Campamento Nightwing!

Espera nuestra siguiente reseña sobre la última parte de esta serie que puedes disfrutar ya mismo en Netflix o puede formar parte de tu maratón de terror para estas vísperas macabras.