Crítica de Lightyear, dirigida por Angus MacLane y producida por Disney/Pixar, es una historia sobre el origen de Buzz Lightyear, el héroe que inspiró al juguete de la saga de Toy Story.
Cuando se estrenó el primer filme de Toy Story en 1995 (dirigida John Lasseter), nadie se imaginaba que sería el inicio de uno de los proyectos más prolíficos en la historia de Pixar y la animación. Así, película tras película sobre esta franquicia no hacía más que crecer en popularidad, volviéndose un referente dentro de la industria y a su vez marcaba a más de una generación que comenzaba a sospechar que sus juguetes se movían solos. Y es que dicha franquicia se mantuvo en el gusto del público y la crítica gracias a su capacidad para adaptarse a nuevas generaciones y conservando su espíritu aventurero. Por tal motivo, es que a más de dos décadas del estreno de la primera cinta, nos encontramos ante un spin off que se centra en el icónico Buzz Lightyear, aunque contrario a lo que se podría pensar, el largometraje no sigue la travesía del entrañable juguete de Andy, sino del personaje en el que está basado el juguete. Bajo este contexto, Lightyear nos narra la historia de Buzz, un guardián espacial que junto a su tripulación tiene como objetivo viajar a través del espacio para encontrar un planeta habitable. Sin embargo, esta travesía fracasa, pues la vida hostil de un misterioso planeta y la necedad del propio Buzz, hacen que se queden varados en dicho lugar sin escapatoria aparente. La película nos muestra cómo el guardián espacial tendrá una misión para enmendar sus errores, aunque parezca una misión imposible. Lo interesante de Lightyear radica en aprovechar el renombre de la franquicia de Toy Story y que aporte algo nuevo a la saga, ya que expande la mitología de la misma, pero a su vez se preocupa por crear nuevos momentos memorables. En ese sentido, apela a la nostalgia y constantemente se autorreferencia. Si bien tiene huecos argumentales y problemas narrativos, la película es tan dinámica y versátil que maquilla estos errores para que pasen desapercibidos. Porque la intención no es entregarnos una cinta reflexiva, transgresora e innovadora, y lo dejan claro durante el largometraje, ya que todo el tiempo se siente esa intención de entretener y de hacer sentir al espectador como si fuera Andy enamorándose por primera vez del memorable guardián espacial. Esto último es el eje principal sobre el que está construida la cinta, pues cada decisión a nivel de guión está destinada a forjar a Lightyear como un héroe honorable, que a su vez se sienta humano y bondadoso. De esta forma, la cinta, que se estrena 16 de junio, busca reforzar su ya extenso séquito de fans, pero quizá las personas más involucradas con el filme serán aquellos niños que no han visto antes una película de Toy Story, y conocerán en Lightyear una historia emocionante y novedosa que los hará salir de la sala de cine deseando tener a su propio Buzz Lightyear como su eterno compañero.
*Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
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