«La civil», retrato de la impunidad en México

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Crítica de La civil, dirigida por Teodora Mihai y protagonizada magistralmente por Arcelia Ramírez. Un drama sobre una mujer que ante la nula ayuda de las autoridades por la desaparición de su hija, decide investigar por su cuenta para encontrarla.

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Mostrar la realidad del México actual es realizar, desafortunadamente, un retrato de la violencia que impera en el país. En ese sentido, el cine al ser un reflejo de nuestro entorno vive un momento de historias desconsoladoras donde el eje temático es la decadencia de la sociedad producto del crimen organizado.

Como una suerte de nerorrealismo a la mexicana, es decir, argumentos honestos que parecen jugar entre la ficción y el documental, cada vez son más las propuestas cinematográficas que abordan la desaparición forzada, el maltrato a las mujeres, actos deshumanizados y delincuentes que evidentemente han superado por mucho a las autoridades. Vivimos en un narco-estado (sólo basta ver los datos oficiales o leer las noticias diarias para comprobar esto), y el cine como un espejo refleja esa penosa verdad.

Obras destacadas como Sin señas particulares y Noche de fuego, ambas dirigidas por talentosas mujeres, Fernanda Valadez y Tatiana Huezo, respectivamente, evidencian, por medio de una mirada femenina y un cruento y sutil lenguaje cinematográfico, el sufrimiento de las víctimas al perder un ser querido o el miedo de ser asesinadas. Estos dos trabajos, de una calidad incuestionable, recrean a partir de relatos íntimos hechos generales de violencia e impunidad.

En ese mismo tono narrativo está la cinta La civil, escrita y dirigida por la rumana (pero como ella ha mencionado en varias entrevistas, también mexicana) Teodora Mihai, y protagonizada de manera brillante por Arcelia Ramírez, quien en el pasado Festival de Cannes, donde se estrenó el filme, fue merecidamente elogiada por su actuación, ya que específicamente todo recae en su personaje al estar presente en toda la puesta en escena, lo que acentúa unos de los temas del filme: la fortaleza y la valentía de una madre por encontrar a su hija.

La civil narra la historia de Cielo (Arcelia Ramírez), una madre cuya hija, Laura, es secuestrada. A pesar de haber pagado el dinero que se le exigía, Laura no regresó. Ante la poca ayuda de las autoridades para buscarla, Cielo planea una arriesgada estrategia para encontrarla.

A través de la historia de una aguerrida y temeraria madre, la película nos lleva a reflexionar sobre las mujeres que ante un inepto y poco empático sistema judicial, que por lo regular victimiza antes de averiguar, realizan el trabajo que le correspondería al Gobierno.

Lo anterior sería un acto difícil de creer, no obstante, el filme ejemplifica como estas mujeres (madres y abuelas en su mayoría), ciudadanas civiles, hacen una detallada investigación policiaca, y son ellas y no la policía o el ejercito (suena ilógico pero así es, sólo vean el documental que también se acaba de estrenar Te nombré en el silencio, sobre un colectivo de mujeres sinaloenses que buscan a sus seres queridos), las que encuentran cuerpos, saben quienes son los culpable y conocen la absurda burocracia de la justicia en México.

Todo esto lo logra resaltar la directora con una narrativa que usa el thriller como base y con una destacada fotografía que estuvo a cargo de Marius Panduru, quien junto a la realizadora crean unos brutales pero bien coreografiados planos secuencias, que detallan metafóricamente el descenso a los diferentes escenarios infernales que la protagonista tiene que ir para saber dónde esta su hija. La película logra acentuar esto gracias a la corporalidad y la expresividad de angustia y furia que logra transmitir Arcelia Ramírez.

La civil, que se estrena este 19 de mayo en salas mexicanas, es una gran ficción de una penosa y verdadera realidad.