Por Andrea Enriquez Martínez * Deberé empezar por confesar que ésta fue la primera ocasión en que vi de principio a fin el filme. Sabía muy bien su sinopsis, los personajes y el clímax, mas no la historia completa. Por lo que mi crítica será basada en el contexto de los tiempos actuales. La película me gustó, mas no me impactó y les diré por qué. Entre los puntos buenos encontramos que el exorcista se reafirmó como una película de culto, donde puedo ver la valentía al romper los estigmas de los años 70’s al hablar de temas religiosos, explorar y traer a la pantalla uno de los ritos con más tabúes como es el exorcismo. Que hasta nuestra fecha, nos parece desconocido y por ende nos da miedo. Asimismo, las actuaciones de la madre como de la hija y el lazo que se presenta en ella en tan pocas escenas me pareció espectacular. La química entre ellas es transmisible al espectador y genera empatía por la madre. El desgaste en ella es visible y entiendes su desesperación al no encontrar auxilio para su hija. Asimismo, fue de mi agrado saber que se buscó ayuda clínica y psicología antes de pasar directamente al plano paranormal. Sin saber qué era uno de mis miedos, descubrí que tengo un pánico de saber que en algún momento puedo experimentar una posesión demoniaca y la mayoría a mi alrededor lo relacionarían con un desorden mental, por lo que no recibiría la ayuda especifica. Aunque se tiene que descartar, haciéndolo un tema polémico. Entre la más grandes de las virtudes, la película poco a poco logra construir suspenso y tensión sobre qué va a pasar. Mezcla sutilmente el horror con terror psicológico, tiene escenas muy explícitas y efectos bien logrados para su época. Dentro de sus oportunidades a crecer, tiene personajes que no aportan nada (como el detective, los sirvientes de la madre o los directivos de cine) donde no evolucionan, son extraños y alentan la trama principal. Escenas de estos personajes que son muy largas y/o de relleno. Silencios muy incomodos entre ellos, etc. Me dejó más preguntas que respuestas y eso no me gustó. La primera secuencia donde vemos al viejo en la excavación y descubre la estatua (qué después encuentra el detective en las escaleras) y, que la vemos casi al finalizar el exorcismo, no tiene explicación. No se entiende qué o quién está dentro de Regan, no se entiende cuál es el demonio que está dentro y por qué se pudo transmitir al padre Damien Karras. En conclusión, creo que la película sí fue un parte aguas para explorar el mundo sobre el lado oscuro de lo religioso y crea un nuevo público para él. Sin embargo, la película no funciona al día de hoy en día como terror/horror, sólo como un culto a éste género. En algún lado leí que se este suceso se relaciona con que Regan está entrando a la pubertad y ello se representa con las groserías y la obsesión con el sexo. No obstante, esto podría también explicarse al pensar que el demonio que tiene dentro es un camionero o una viejita imprudente y grosera de YouTube.
*Participante de nuestro Taller de Crítica Cinematográfica
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