Lo anterior es el preámbulo de este exorcismo donde habrá asesinatos, eventos paranormales, crisis de fe, cuestionamientos religiosos, pérdida de valores y conversiones de creencias. Al principio de la cinta  hay un generoso despliegue de recursos de producción, en escenarios, fotografía, actores extras, pero después del primer cuarto la historia se convierte en un impactante estilo de austeridad y realismo que convierta a El Exorcista en  referente del género de terror.

Al ver actualmente El Exorcista (disponible en varias plataformas) nos encontramos con un filme bien realizado, con excelentes actuaciones, un guion que te atrapa, de un realismo impresionante, de cuestionamientos en el proceder religioso, pero sobretodo de una película que cumple con el cometido de generar miedo. En el año de su estreno 1973 la proyección de El Exorcista generó una gran taquilla, acudieron en masa a los cines, causaba tal impacto en los espectadores al grado de que en algunas salas había personal médico para atender a los asistentes por desmayos y crisis de pánico.

Además, la película cuenta con imágenes clásicas e impresionantes y la selección del elenco pasó por muchas vicisitudes para llegar al magistral resultado.

De manera personal este filme me marcó en la forma de cómo un producto cinematográfico puede impactar a la audiencia, recuerdo perfectamente los titulares de televisión y periódicos hablando de la reacción del público.

Como curiosidades de este largometraje hay cameos del escritor de la historia y de la madre de Linda Blair, se habla de eventos que pudieron estar relacionados con lo paranormal, como un incendio que destruyó los sets de filmación a excepción de la habitación de Regan que es donde se desarrolla el exorcismo, accidentes severos a los actores y la muerte de dos protagonistas antes del estreno de la película.

Si te consideras una persona a la que le gusta el cine y no la has visto no pierdas más tiempo y disfruta de El Exorcista.