«Cosas que no hacemos», hermoso y valiente documental – CinEspacio24

«Cosas que no hacemos», hermoso y valiente documental

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Cosas que no hacemos, del director Bruno Santamaría Razo, es un documental sobre Dayanara un adolescente transgénero que vive en una pequeña isla en Nayarit, y quien busca el momento ideal para compartir con  su familia su sueño de ser mujer. 

 

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Cosas que no hacemos es una película emotiva y esperanzadora. Es un documental que se convierte en un grito para el espectador sobre las pasiones, deseos y sueños que no llegamos a realizar por miedo o por seguir las convenciones que nos ha dicho que son las “correctas”. En ese sentido, estamos ante un trabajo valiente que muestra desde la honesta visión infantil y adolescente que la felicidad quizá está en las cosas que no hacemos.

La cinta está situada en el pequeño poblado de El Roblito, una isla rodeada de manglares en el estado de Nayarit, donde el director, Bruno Santamaría Razo (quien también hizo la fotografía del filme), nos muestra una comunidad en la que los adultos parecen ausentes, y los niños y niñas son los dueños de las calles y parques, lugares donde crean juegos, coreografías de baile y persiguen animales, es decir, las primeras imágenes del documental son una hermosa postal de una infancia feliz y divertida.

No obstante, esa sana curiosidad e inocencia se ve interrumpida por la violencia que impera en el lugar, lo que provoca que el paso a la madurez de los niños y niñas sea más rápido y de una forma más abrupta. Esto se representa en  el documental cuando en una fiesta en la plaza del pueblo comienza un tiroteo que deja una persona muerta,  al día siguiente, los niños se juntan alrededor de la mancha de sangre de la persona que falleció como si fuera algo normal; una escena que al describirla puede sonar surrealista, pero desafortunadamente para ellos es común y real.

Estos contrastes son los que hace que la película no caiga en la romantización de la pobreza, y evita que estas situaciones precarias en las que viven en El roblito sean un espectáculo sensacionalista (pornomiseria le llaman), no alimenta el morbo ante las desgracias y penurias de los personajes que nos narra, sino muestra que ante situaciones adversas la belleza y la supervivencia tiene maneras encantadoras de surgir.

Por eso la cámara del director es sutil en su tratamiento, al retratar lo que parecería contradicciones logra no ser condescendiente, para así mostrar perspicaces tomas donde hay un mensaje entre líneas, criticando cómo han normalizado la violencia y  su interrumpida infancia.

Todo esto se acentúa con el personaje principal del documental, Arturo, a quien le dicen Ñoño, un joven de 13 años que está en un conflicto: contarles a sus padres que él sueña con ser mujer. Es a través de esta íntima historia, con la que el director crea un reflejo y una contundente metáfora de los sueños que podrían parecer perdidos, de la violencia en todo el país y además reflexiona sobre las mujeres trans que son rechazadas, insultadas y excluidas.

Después de un exitoso paso por varios festivales, Cosas que no hacemos se estrena en salas de del circuito cultural de México este 25 de junio.

Con una fotografía llega de contrastes, el ritmo de la película es un paseo honesto por la aceptación, el amor, la comprensión de la desafortunada violencia en el que nos encontramos, y ante eso Arturo es atrevido, cumple su propósito, y ahora  es Dayanara y es más feliz, porque acompañado de esos bellos manglares de su pueblo hizo las cosas que no hacía.

*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias

 

 

 

 

 

 

 

 

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