Crítica de Vértigo, dirigida por Scott Mann, nos narra la peligrosa aventura de dos chicas que son apasionadas a los deportes extremos y escalan una antena vieja e inservible de más de 600 metros de altura. Un filme de acción y suspenso lleno de tensión.
Por Arturo Brum Zarco*
El cine, a través de sus imágenes, puede acentuar las fobias del espectador, es decir, por medio del montaje, movimientos de cámara y efectos especiales (entre otras características del lenguaje audiovisual), este seductor arte logra recrear temores colectivos o incluso edificar nuevos aspectos que provoquen miedo.
Claro ejemplo de lo anterior lo podemos apreciar en la cinta Tiburón de Steven Spielberg, película que después de su estreno en 1975, además de comenzar con el término publicitario blockbuster de verano, causó gran impacto en la sociedad hasta el punto que muchas personas manifestaron su miedo por volver a ir al mar. Las buenas imágenes cinematográficas pueden estimular fobias.
En esa idea se encuentra la película Vértigo, una obra de suspenso y acción dirigida por Scott Mann, que tiene entre su mayor fortaleza mostrar efectivas secuencias aéreas para lograr su tensión dramática, donde el miedo a las alturas se convierte en el eje de suspenso de todo el largometraje.
La película narra la riesgosa aventura de Becky (Grace Fulton) y Hunter (Virginia Gardner), dos mejores amigas que escalan una antena olvidada e inservible de más de 600 metros de altura; dicha instalación es vieja y se encuentra en un estado deplorable, lo que provocará que estas dos jóvenes al llegar a la cima no puedan regresar.
Desde el inicio de la cinta el montaje trepidante y dinámico marca el ritmo que permea en toda la historia, ya que nos presenta a las protagonistas escalando una montaña, para después mostrar la muerte de un hombre cercano a ellas. Este acto es el conflicto argumental que construirá y enfatizará el miedo a las alturas.
Así, Vértigo es claro en sus intenciones, ya que no pretende ser una obra con un trasfondo inteligente o un discurso complejo sobre la vida y la supervivencia, su objetivo es mantener al espectador enganchado con tomas, encuadres y secuencias ágiles.
Incluso muy pocas veces la película proporciona momentos de descanso, pues la mayor parte del largometraje son escenas aéreas donde la vida de las dos chicas está en peligro; riesgo que nace a partir de la gran pasión de estas dos mujeres, los deportes extremos, en específico la escalada.
Sin duda es un cine escapista, y eso no quiere decir que es malo, comprender su vacuidad argumental o sus sucesos inverosímiles y aceptarlos nos ayuda apreciar la acción y el riesgo en su sentido más puro. En ese sentido, la buena manufactura en la recreación de los momentos más tensos la hacen una obra de buen suspenso y terror.
Vértigo, que se estrena en salas de cine este 1 de septiembre, deja claramente su intencionalidad al jugar con el miedo a las alturas y poner tenso al que sufre de acrofobia, pero también para quien cree que es inmune a esto seguro el vértigo se apoderará de él.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.
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