“Una Película de Policías”: El despertar de las sirenas agonizantes – CinEspacio24

“Una Película de Policías”: El despertar de las sirenas agonizantes

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Crítica de la cinta Una película de policías, dirigida por Alonso Ruizpalacios, es un novedoso y provocativo documental con elementos de ficción, que aborda de una manera íntima cómo es la vida de los policías en México. 

 

Por Silvia Suleyka V. Arzaluz Lozano* 

@HorrorWisdom

Una Película de Policías, es un documental mexicano, con elementos de ficción, dirigido por Alonso Ruizpalacios (Güeros, Museo), que se centra en el testimonio de sus dos protagonistas, los policías Teresa (Mónica Del Carmen) y Montoya (Raúl Briones), quienes nos cuentan cómo fue su experiencia como policías en la Ciudad de México desde que eran adolescentes.

Entrelazando múltiples matices como el humor con la ironía, la realidad y la ficción, Ruizpalacios logra proyectar en esta película una visión más profunda sobre el papel que desempeñan los policías en un país tan ávido de justicia y hundido hasta el cuello de impunidad y corrupción como México.

En esta cinta, no esperes el típico sermón moralino que intenta defender lo indefendible, tampoco esperes un documental sensacionalista que relate los detalles oscuros y escabrosos del mundo de los azules y refuerce tu percepción negativa contra ellos.

Lo que vas a encontrar en este filme es la confrontación a muchos de los estereotipos con los que usualmente relacionamos a los policías hoy en día y muchas de las causas que los refrendan. Usualmente a los policías se les ha señalado como responsables directos de toda la corrupción, impunidad y abuso de autoridad, es un hecho que gran parte de ellos sucumbe ante la miseria, la mediocridad y optan por tomar la vía más fácil, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué cada vez es más común que los policías sean malos?

Este documental de ninguna manera pretende ser una apología de nadie, tampoco busca exhibir y  romantizar los ideales de justicia y defender lo indefendible. Es una propuesta bastante inteligente que, con el pretexto del entretenimiento y el humor, más allá de la empatía,  exhorta a la sociedad civil a una reflexión bastante profunda que nos compromete y nos deja con muchísimas preguntas entorno a la justicia, seguridad social y la ética; y gran parte de las respuestas nos llevan a reconocer que  no hay ni buenos ni malos, sólo víctimas que sin saberlo pelean unos contra otros a pesar de luchar y estar cansados del mismo mal que ha podrido a la sociedad civil.

La narrativa está construida a partir de la cotidianidad y la crudeza. La odisea empieza no sólo en todos los obstáculos personales y profesionales que tendrán que superar para ser policía; a propósito de eso, valdría la pena detenernos a reflexionar ¿cuáles son los requisitos que se necesitan para ser un policía?, ¿no debería ser uno de ellos el ser un buen ciudadano o tener una especie de licencia de virtud que realmente compruebe que mínimo tienes una idea de lo que es el bien común, tienes firmes principios éticos y sabes en teoría y práctica lo que significa la mentada justicia? El contraste con lo que verás en el documental, créeme que te hará replantearte una y otra vez estas preguntas.

La película muestra cómo el verdadero infierno del policía comienza cuando terminas tu entrenamiento y te afrontas con una realidad a la que ni en tus más alocados sueños hubieras creído que fuera posible, serás héroe sin corona, gracias a un sistema que lejos de protegerte como servidor público y refrendar tu deber a la sociedad, te asedia y te pone en tal riesgo que pronto caes en la trampa de pensar que para cumplir con tu trabajo debes llevar a cabo una muerte súbdita con los demás y pronto terminas normalizando comportamientos ruines alentados por la sabiduría popular: “El que no tranza, no avanza”.

Por si esto fuera poco, la mayor parte del tiempo serás concebido como un villano, casi rayando en los límites de la escoria, siendo maltratado, denigrado a pesar de tus intentos por hacer las cosas bien, muchas veces tendrás la impresión de estar atravesando sobre un puente de madera roto que te obliga a atravesar un abismo, en donde todos los demás que se encuentran del otro lado, están a la expectativa, esperando morbosamente a que des un paso en falso y te hundas, sólo para demostrar que ellos (los civiles a los que deberías de proteger), tienen la razón.

Insisto, más que respuestas, este documental nos convoca como sociedad a hacer una pausa y un silencio para reflexionar acerca del compromiso real que tenemos con la sociedad, ¿realmente nuestras acciones están a la altura de los derechos que exigimos como buenos ciudadanos civilizados?, ¿por qué si un policía muere como víctima de la delincuencia nadie dice nada, pero si un criminal muere a manos de un policía todo el mundo pierde la cabeza? ¿En qué momento el policía se cambió al bando de los ladrones y enemigos del sistema?, ¿alguna vez volverán los civiles a creer en la justicia que supuestamente deberían defender?

Las preguntas siguen en el aire, concluiré a la espera de que más allá de las palabras que podamos decir entorno a este maravilloso documental se materialicen en acciones que promuevan, legitimen y salvaguarden el bien común y sentido de consciencia y responsabilidad que buena falta nos hacen.

Una Película de Policías la puedes disfrutar en Netflix.

*Filósofa. Analista cinematográfica. Colaboradora en CinEspacio24

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