Crítica de Sin novedad en el frente, producción alemana dirigida por Edward Berger. El filme, ambientado en la Primera Guerra Mundial, narra las atrocidades de la guerra desde la visión de un joven soldado alemán.
Por Arturo Brum Zarco*
En estos tiempos aciagos y difíciles donde, desafortunadamente, otra vez somos testigos de las atrocidades y la consecuencias de la guerra (la invasión a Ucrania por parte de Rusia mostró nuevamente lo absurdo de los conflictos bélicos), el cine antibélico, como arte que refleja la realidad, nos ayuda a reflexionar sobre el sinsentido de estos penosos acontecimientos.
Así, películas como El gran dictador (1940) de Charles Chaplin, Senderos de Gloria (1957) y Full Metal Jacket (1987) de Stanley Kubrick, Apocalypse Now (1979) de Francis Ford Coppola y Rescatando al soldado Ryan (1998) son algunos buenos ejemplos de un cine que muestra la deshumanización, el odio irracional al otro y las ilógicas razones de un ataque armado. Asimismo, cabe destacar quizá la obra más abrumadora y poderosa al respecto, Ven y mira (1985) de Elem Klimov.
Estos filmes edifican, algunos de forma más explícita que otros, el infierno en los campos de batalla, las muertes de inocentes, soldados que han perdido el sentido de sus vidas y sobre todo cómo la elite y los altos mandos castrenses no sufren, sólo ordenan.
En la lista de película antibélicas con un potente mensaje, como las antes mencionadas, se debe incluir al filme Sin novedad en el frente, producción alemana dirigida por Edward Berger y que recientemente se estrenó en la plataforma de Netflix. El filme, ambientado en la Primera Guerra Mundial, construye su narrativa desde la mirada de un joven soldado alemán, para así mostrar la deshumanización que produce los enfrentamientos bélicos.
La cinta sigue los pasos de Paul (Felix Kammerer), un joven de 17 años que junto a sus amigos se alista entusiasmado al ejercito de su país para combatir en las trincheras contra Francia. Con detalles bien narrados y estructurados, la película muestra un personaje que al principio está ansioso y feliz por combatir y defender a su nación, para después conocer la realidad de la guerra y sentir opresión, tristeza, soledad y confusión; pues la mirada de Paul conforma avanza la trama cada vez es más desoladora.
Esa desolación la crea de manera eficiente el director con acertadas construcciones dramáticas y la acertada mezcla de planos generales y planos cerrados para retratar los contrastes de los acontecimientos sangrientos de la Primera Guerra Mundial. Sobre todo Edward Berger se enfoca en las trincheras, esas zanjas defensivas caracterizas de dicha guerra que no sirvieron para nada y donde murieron miles de personas.
Sin novedad en el frente está basado en libro homónimo de Erich Maria Remarque, quien combatió en la Primera Guerra Mundial y escribió una de las obras más honestos sobre el conflicto, lo que le ocasionó ser perseguido por el Nazismo. Asimismo, esta es la tercera adaptación de la novela, la primera fue en 1930 dirigida por Lewis Malestone, filme que ganó Mejor Dirección y Mejor Película en los Oscares de ese año; la segunda fue un telefilme de 1979. Esta nueva versión evidentemente destaca más por ser una producción alemana.
Sin novedad en el frente es una película antibélica, que nos invita a cuestionar las absurdas decisiones de los gobernantes y a reflexionar sobre la deshumanización que provoca la guerra.
*Periodista y realizador. Director de CinEspacio24.
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