«Scream», nuevas reglas de Ghostface – CinEspacio24

«Scream», nuevas reglas de Ghostface

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Crítica de Scream, cinta de terror que nos vuelve a traer al asesino Ghostface. Una película entretenida que al estilo de esta franquicia se burla y homenajea al slasher.

 

Por Jesús M. Pedraza Madrid*

IG: @juxo_o

Esta crítica es sobre el primer gran blockbuster del 2022, la esperada quinta entrega de Scream (EUA, 2022), dirigida en esta ocasión por Matt Bettinelli (VHS, Ready or Not) y Tyler Gillett (Ready or Not, Devil’s Due).

Si no estas muy familiarizado con la franquicia, las películas originales de Scream fueron creadas y dirigidas por nada más y nada menos que Wes Craven (1939-2015), quien nos dio como parte de su legado a los icónicos slasher de Freddy Krueger y Ghostface.

Como les mencionaba hace un momento, esta cinta es la quinta entrega de la franquicia, es decir secuela directa de Scream IV (EUA, 2011); no obstante, no considero que sea en extremo necesario ver las otras cuatro películas de la saga, salvo la primera, obviamente.

Scream está ambientada veinticinco años después de los brutales asesinatos en la ciudad de Woodsboro, un nuevo psicópata toma la máscara de Ghostface para recrear una nueva serie de crímenes, enfocándose en esta ocasión en las hermanas Carpenter (nuevos personajes de la saga) y sembrando el caos y la confusión en la comunidad; hecho que obliga a nuestros sobrevivientes de las entregas anteriores — Sidney Prescott (Neve Campbell), Gale Weathers (Courteney Cox), Dewey Riley (David Arquette) y Judy Hicks (Marley Shelton)— a regresar para investigar y poner fin una vez más a los asesinatos. Sin embargo; nueva película es igual a nuevas reglas y esta vez cualquiera puede morir.

Este filme es una garantía de entretenimiento para comenzar bien el año. Cabe mencionar que algunos aspectos técnicos como el guion, cinematografía, diseño de producción y sonido no son lo que digamos brutalmente novedosos, pero sí cumplen con toda expectativa para el fandom al hacer esta película más vigorizante y sangrienta que sus antecesoras.

El verdadero punto fuerte de esta entrega radica en la gran flexibilidad con la que siempre han contado cada una de las películas de Scream, y esto aterriza concretamente en su humor negro y sobretodo en su satírica visión de los filmes del slasher, es decir, aquel género que se caracteriza por contar con la participación de un asesino serial (en algunos casos imparable, en otros incluso de carácter sobrenatural), que por medio del uso de un arma punzo cortante —machetes, cuchillos de carnicero, guantes con navajas, cierras eléctricas, hachas, entre otros— persigue y elimina a sus víctimas: principalmente grupos de jóvenes adolescentes con alguna especie de estereotipo, que ejemplifica para bien o para mal algunos temas de índole moral, como la sexualidad precoz, las minorías, el uso de drogas, etc.

Destaca además la presencia de figuras icónicas como las Scream Queens, actrices recurrentes en las películas de terror que suelen ser tener apariciones como víctimas que gritan sin parar, o las famosas Final Girls, que es el término utilizado para referirse a la última mujer viva que se enfrenta con un asesino en la mayoría de las películas de terror moderno.

Tomando estos datos sobre el slasher déjenme profundizar un poco. Scream es una franquicia que ha evolucionado inteligentemente a través de los años, ya que en cada una de sus entregas ha expuesto —literalmente— las reglas del género y se ha dedicado tanto a burlarse de ellas y a romperlas con finales inesperados. Este hecho aporta un valor histórico y cultural sin precedentes al género, que a finales de los años 80 fue sobrerepresentado brutalmente poniendo en peligro su permanencia en el cine de terror. Me atrevería decir que Scream fue la película que revivió exitosamente al slasher durante la década de los 90 y que cuyas directrices funcionan y se renuevan a la fecha.

Amigo o amiga fan del terror que estas leyendo esto, te reto a hacer un experimento y ve las cinco películas  (las primeras cuatro están en Prime Video), así, notarás a lo que me refiero con la evolución de la historia y su relación directa a la moda o cultura del momento.

Scream I (1996) dictó y se mofó de las reglas del género dando como referencia directa a otros clásicos del cine de terror ochentero. Expuso las bases de un asesino fanático del cine cuyo método tiende a utilizar trivias del género antes de matar a sus víctimas. Se burló de la moralidad al decir que “no solo quienes tienen actos sexuales serán asesinados”, modificó la figura individual del asesino y dio un desarrollo nuevo a la final girl.

En Scream II (1997) jugaron con la idea de que las segundas partes siempre son malas y nos entregaron una secuela que rompió con ese prejuicio; además de que hicieron una interesante crítica a la moralidad de los medios de comunicación al introducir en la franquicia las películas ficticias de «Stab», basadas en los asesinatos de Woodsboro y que jugarán parte fundamental de las entregas posteriores.

Para Scream III (2000) las reglas cambiaron de nuevo al introducir los puntos básicos que podemos apreciar en diferentes trilogías, entre ellos el más importante es la idea de que una historia que creemos conocer es incorrecta puesto que hay que regresar a los primeros inicios para deconstruir el argumento y así descubrir verdades y peligros nuevos y potenciales. Al final la verdad es más compleja de lo que aparenta. Para este entonces «Stab» está rodando su tercer exitosa entrega dentro del universo de Scream.

Por su parte, en Scream IV (2011) introduce nuevos contextos culturales a la trama: la presentación de las redes sociales y los canales de streaming —muy de acuerdo con la época—. Esto representa una fuerte crítica para una generación que asegura  es capaz de alcanzar la fama no por algún esfuerzo, habilidad destacable o mérito propio, sino por el hecho de estar en el momento adecuado con el celular propicio para ser testigo o superviviente de algo y ser por consecuencia amado por nuevos followers. Cito: —«A nosotros ya no nos gusta leer, nosotros vemos y para qué leer sobre los asesinatos, si podemos presenciarlos. Nuestro legado en internet será mil veces superior al de ustedes». En el contexto de esta película, Stab ya va por su séptima entrega y claramente se ve es una franquicia sobre explotada y en decadencia al ser comparada con las nuevas tendencias del cine de terror (el Cine de autor y el Art House Horror); este detalle es importante para la quinta entrega.

Por último, y sin hacer spoilers, Scream (2022) cambia de nuevo el juego e introduce las reglas para hacer lo que llaman una “recuela” o una especie de continuación que haga justicia a la nostalgia y a los orígenes clásicos con los que inicia una franquicia. Para este entonces «Stab» ya es un asco muy alejado de sus primeros filmes en el universo de Scream, por lo que el trasfondo de Scream V va encaminado a criticar la tendencia contemporánea de que los fandoms están hartos por ser menospreciados al decepcionarse con los remakes o reboots de las películas con las que crecieron (¿te suena familiar?).

Scream V , que se estreno este 13 de enero, es una película que cumple y supera con los requisitos autoimpuestos en su saga. Apuesto que otros críticos o medios podrán decir que es un homenaje de Scream I que abusa de apelar a la nostalgia para hacer un fanservice y nada más ; pero yo opino que es justo lo opuesto: utiliza los recursos de manera inteligente para criticar y burlarse de los fanservices así como de las readaptaciones, relanzamientos o Spin Offs que vemos hoy en día por medio de una gran «Recuela»  (creo que adoptaré el término). 

 

El Pumpkímetro para Scream V

Por último, el momento más esperado de esta nota: la repartición de calabazas. Tomando en cuenta que cinco calabazas es algo más o menos similar a «Ver ésta película es como conseguir ese Funko Pop super agotado para tu colección —el que tanto has estado buscando —y comprarlo a un precio excelente»; y que por el contrario, cero calabazas vendría siendo « Esa decepcionante frustración de que hasta en el Kinder Sorpresa te salga la misma figurita repetida hasta el cansancio (yo sé que les ha pasado)».

 Es por esto y bajo mis impresiones anteriores que le entrego a Ghostface nada más y nada menos que 🎃🎃🎃🎃🎃 para que haga con ellas lo que le plazca: desde apuñalarlas múltiples veces con su cuchillo — imagínense qué bonito debe ser el sonido de eso— hasta hacer divertidos cravings de cada una de las versiones de su personaje de las sagas anteriores (una calabaza por película). Se las merece por mantener sobretodo siempre fresca y actual una franquicia que ha sobrevivido audazmente el paso de las décadas, porque al fin de cuentas, cada diez años un loco agarra y se disfraza de Ghostface para cometer sus crímenes… y el terror aquí radica en que puede ese asesino puede ser cualquiera de nosotros. Wes Craven estaría orgulloso con el resultado.

Les recomiendo un video musical en Youtube tributo al cine de terror que cuenta con un cameo especial del Ghostface de Scream V, que creo que les gustará a los fans como yo, además, es super pegajosa la canción: «Bump In The Night» de PattyCake Productios.

*Analista. Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24. 

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