Al llegar a su nuevo apartamento, que primero da la sensación de ser un lugar grande e idílico, ella notará que un misterioso personaje del edificio de enfrente la observa todas la noches por la ventana. Aunado a esto, la pareja se entera de que un asesino serial de mujeres acecha la ciudad, un personaje sádico que decapita a sus víctimas. Su tétrico vecino, el asesino suelto y la falta de comprensión de la gente que tiene a su alrededor, provocan en Julia sentimientos opresivos. 

De una forma brillante, la película muestra la mente cada vez más temerosa de Julia de forma metafórica a través de su departamento, pues poco a poco este sitio que se veía hermoso, de una manera sutil la directora lo convierte en un espacio pequeño y aislado,  como si fuera una suerte de cárcel mental y física.

Es por eso que la película se siente como un thriller clásico con una trama moderna, ya que tiene claras influencias del  cine de Alfred Hitchcock y Roman Polanski, incluso la directora declaró en diversas entrevistas que se inspiró en las películas de este último, en específico en los filmes Repulsión (1965), El bebé de Rosemary (1968) y El inquilino (1976), obras donde permean la claustrofobia, el aislamiento y la  locura en personajes femeninos.

Chloe construye la mirada de una mujer que se percibe en peligro, no obstante, esta construcción es ambivalente, pues la forma cómo está narrada recrea el temor de una chica que le cuesta trabajo demostrar que alguien la observa perversamente. Así, la directora edifica el terror que desafortunadamente viven muchas mujeres.

Observada, que se estrenó este 3 de noviembre, es una agradable película que bien puede etiquetarse dentro del cine de terror, con un ritmo lento y contemplativo y que usa el misterio y el suspenso de manera clásica para abordar un tema actual: el poco caso que hace la sociedad a una mujer que puede estar en riesgo.