Protagonizada por el gran Joaquín Cosio y dirigida por Alejandro Lozano, Matando cabos 2, la máscara del máscara nos narra cómo tras la muerte de su padre y el robo de su preciada máscara, Rubén «Mascarita» deberá enfrentar su pasado y tendrá un solo día para recuperarla y reconciliarse con la memoria de su padre.
Por Silvia Suleyka V. Arzaluz Lozano*
Matando cabos 2, la máscara del máscara nos narra cómo ante la inesperada muerte de su distanciado padre -El Máscara- y el subsecuente robo de su preciada máscara, Rubén -Mascarita- (Joaquín Cosio) se verá enfrentado con su pasado. Junto a su invencible guardaespaldas Tony “El Caníbal” (Silverio Palacios) y una inesperada aliada, tendrá un solo día para recuperar su máscara y reconciliarse con la memoria de su padre.
Han pasado 17 años…
El pasado primero de octubre la espera concluyó con el estreno de la segunda parte de Matando Cabos (2004). Esta primera parte fue dirigida por Alejandro Lozano y nos contaba una comedia llena de enredos protagonizada por el temible empresario Oscar Cabos (Pedro Armendáriz Jr.) y suegro de “El Jaque” (Tony Dalton), quien gracias a una serie de coincidencias, termina siendo cómplice junto con su amigo “El Mudo” (Kristoff Raczcynski) del secuestro de este malvado magnate. Desesperados por salvarse el pellejo y zafarse de este malentendido, le piden ayuda a Rubén, un fortachón bonachón que en sus años de juventud fuera “El Mascarita” , una extinta celebridad de la Lucha Libre cuyas más grandes debilidades son: su amado coche azul (un Plymouth Beldevere de 1957) y perder los estribos cuando alguien lo llama Mascarita cuando no usa la máscara.
“Cierre de Ciclos y Santos Romances Inconclusos”
Es imposible ver la película y no sentirte nostálgico al recordar la primera parte de esta historia, y es que, aunque extrañamos al Jaque y al Mudo (ni te molestes en esperar o adelantar los créditos, definitivamente no aparecen), esta segunda parte Matando cabos 2, la máscara del máscara, dirigida por Alejandro Lozano, si nos trae de regreso a Lula (Rocío Verdejo) y a Nico (Gustavo Sánchez Parra), los compinches del extinto y desafortunado “Botcha” (Raúl Mendez), a quien en la primera parte vimos secuestrar a su padre. Y por si fuera poco, también descubrimos una consecuencia del encuentro idílico entre Gabriela Cabos (Jacqueline Voltaire) y Tony.
¿Por qué se robaron la máscara?, ¿Quién la tiene?
Matando Cabos 2 nos da la oportunidad de explorar el lado humano de Tony, (quien con todo y canibalismo, demuestra que tiene su corazoncito y se llama Eli- Aranda Sökol- quien viene armada hasta los dientes) y Rubén, quien tendrá que reconciliarse con su pasado, cerrar ciclos y recuperar la máscara que le ha sido robada al cadáver de su padre en pleno funeral.
Resulta que el papá de Rubén fue un afamado luchador conocido como “El Máscara” una legendaria leyenda de la Lucha Libre, quien fuera tan famoso tanto en el ring como en las películas, mismas que lo consolidaron como toda una institución dentro y fuera del ring (cualquier parecido al Santo es mera coincidencia). Así, descubren cómo “El Mascarita” tendrá que atar los cabos sueltos que dejó el éxito y fama de su padre: en primer lugar, la ruptura que lo llevó a romper la relación con él, su único hijo. Y, por si eso fuera poco, Rubén tendrá que afrontar el daño colateral que el éxito de su padre sembrara en el profesor Karlo (el hijo de su acérrimo rival y antagonista de sus películas El Doctor Orlak); quien se ha propuesto acabar en la vida real con el legado del archienemigo de su padre y va detrás de los huesitos de nuestro querido Mascarita.
“¿Sabes qué es políticamente incorrecto? Que seas tan p…”
El director Alejandro Lozano, se pasó literalmente por el arco del triunfo todos esos afanes de complacencia y empoderamiento de las minorías. Hay una masacre en el gimnasio donde al principio Rubén había puesto sus esperanzas y sueños, cuyo éxito lo han convertido en una total pesadilla, ya que pasó de entrenar luchadores a ser un punto de reunión de hípsters, veganos y enemigos del gluten. Los guardianes de las tortugas terminan con popotes clavados en el cuerpo, hay todo un río de sangre aderezado con cabezas cercenadas, carótidas cortadas y tripas salidas.
Asimismo, la película se sirve del humor negro y las burlas para criticar la crisis de originalidad que afronta la industria y la cultura actual al ser incapaz de ofrecer propuestas nuevas y de calidad, recurriendo a plagar sus contenidos de remakes y vender al por mayor, existencias y otras tantas porquerías a través de los medios de comunicación, su monótona y alienante programación.
La tragedia: el pan nuestro de cada día en México Mágico.
Las tragedias cotidianas y absurdas que revisten la vida del mexicano promedio son las que nos hacen reír al verlas en pantalla, porque vemos nuestra mala suerte proyectada en las situaciones y obstáculos que tienen que sortear los protagonistas de Matando Cabos 2, eso creo yo es lo que nos permite crear un vínculo y tener empatía con el humor tan bobo y picante de esta historia. Acompaña a Rubén, nuestro héroe trágico sin capita a resolver el dilema que lo pone a elegir entre salvar la vida de su mejor amigo o recuperar la atesorada máscara de su papá, “El Máscara”.
En resumen, lo que te encontrarás en este disparatado filme son flashbacks emotivos, retrospectivas biográficas semejantes a las de la primera parte, que tanto nos divierten y nuevamente logran arrancarnos carcajadas con las actuaciones exageradas y detalles cargados de locura y que resultan hilarantes hasta el tuétano, revestidos de una ridiculez maravillosa.
¡Disfruta de esta divertida hazaña de la Lucha Libre y el Gore en Amazon Prime Video y descubre por qué vale la pena luchar por las cosas que nos quedan por vivir!
*Filósofa. Colaboradora en CinEspacio24
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