El cine de oro japonés nació en los años 50, películas que se han convertido en clásicos, donde combinan lo contemporáneo con las tradiciones y costumbres japonesas.
El cine de oro japonés nació después de la Segunda Guerra Mundial y al finalizar la ocupación estadounidense en dicha nación. Así, importantes directores realizaron películas con una sensibilidad sin comparación, unas tomas poéticas y abordaron temas contemporáneos con las costumbres y tradiciones niponas.
Estas películas influyeron en el quehacer cinematográfico de grandes directores actuales. Aquí una lista para que le entres a ese gran periodo del cine que nos dejó unas verdaderas obras de arte.
1.- Cuentos de Tokio(1953)
Dirigida por el gran Yasujiro Ozu, quien se caracterizaba por colocar su cámara a poco menos de un metro sobre el suelo, como si el espectador mirara desde un tatami.
La cinta es una obra reflexiva y contemplativa sobre los vínculos familiares y los cambios generacionales. Nos narra cómo una pareja de adultos mayores, quienes viven en un zona rural, visitan a su hijos en la ciudad de Tokio; sin embargo, estos no tienen tiempo para estar con su padres.
Así, la cinta aborda el rechazo generacional de una forma poética y conmovedora.
2.- La hierba errante(1959)
Otro trabajo de Yasujiro Ozu que, por medio de sus inconfundibles tomas, nos muestra otra historia sobre la familia.
Esta cinta es una remake de una cinta silente que el propio Ozu realizó en 1934. La película sigue los pasos de un grupo de actores ambulantes que llegan a una pequeña población; en dicho lugar, el actor principal se encontrará con una antigua novia y descubrirá que tiene un hijo.
Los amores del pasado y la paternidad se abordan de manera entrañable en esta cinta.
3.- La vida de Oharu (1952)
Kenji Mizoguchi fue un director de cine que se caracterizó por retratar, de forma honesta, la posición de la mujer en la sociedad japonesa.
Ambientada en el Japón del siglo XVII, Oharu, hija de un importante samurai, es condenada por su comunidad al exilio por enamorarse de un criado; a quien además asesinan. Oharu tendrá que casarse con un gran señor feudal y vivir desdichadamente.
La bella cámara de Kenji siempre fue desde una visión femenina.
4.- Los cuentos de la luna pálida (1953)
Otra hermosa cinta de Kenji Mizoguchi, basada en la colección de cuentos de Ueda Akinari. La película ganó el León de Plata en el Festival Internacional de Cine de Venecia.
Situada en el Japón del siglo XVI, sigue los pasos de los aldeanos Genjuro y Tobei, quienes pretenden hacer fortuna fuera de su poblado. Genjuro como alfarero y Tobei como samurai. Ambos abandonan a sus esposas para cumplir sus sueños. En su travesía conocen a una misteriosa mujer llamada Lady Wakasa, alguien que les cambiará la vida.
Considerada la obra maestra de Kenji.
5.- La voz de la montaña (1954)
Mikio Naruse fue un importante director japonés, que tuvo una visión más pesimista en sus obras.
Basada en la novela del Nobel japonés Yasunari Kawabata. Nos narra la vida de Shuichi, hijo de Shingo, un próspero hombre de negocios de Tokio. Shuichi vive con sus padres y su esposa Kikuki en una confortable casa, pero por las tardes, va a la capital a beber y divertirse con su amante.
6.- Nubes flotantes (1955)
Otra gran película de Mikio Naruse, basada en la novela homónima de la escritora Fumiko Hayashi
Es una drama que nos narra cómo Yukiko y Tomioka fueron amantes durante la II Guerra Mundial. Al terminar el conflicto bélico, Yukiko vuelve a Tokio en busca de Tomioka, al que cree divorciado, pero él sigue casado.
7.- Rashomon (1950)
Dirigida por el maestro Akira Kurosawa, el filme obtuvo el León de Oro en el Festival de Venecia y ganó en 1952 el Oscar a Mejor Película Extranjera.
Ambientada en el Japón del siglo XII, nos lleva a las puertas del derruido templo de Rashomon, donde un leñador, un sacerdote budista y un peregrino discuten sobre el juicio a un bandido, acusado de matar a un señor feudal y violar a su esposa. Destaca porque los detalles del crimen son narrados desde el punto de vista del bandido, de la mujer, del señor feudal -con la ayuda de un médium- y del leñador, único testigo de los hechos. Cuatro versiones que se contradicen entre sí.
La película originó el «efecto Rashomom» que habla sobre la objetividad y la percepción al contar un hecho.
8.- Los siete samuráis (1954)
Otra obra maestra de Kurosawa y una de las películas más influyentes de la historia.
La película nos lleva al siglo XVI, cuando una aldea de campesinos es atacada y saqueada por unos bandidos. Por consejo del anciano del pueblo, unos aldeanos van a la ciudad a pedirle ayuda a un grupo de samuráis; quienes aceptan a pesar de que la única recompensa es comida. Así, veremos una batalla inigualable para salvar a la aldea.
9.- Trono de sangre (1957)
De nuevo otra joya de Kurosawa. Esta cinta es una adaptación de la obra Macbeth de William Shakespeare.
Ambientada en el Japón feudal del siglo XVI, nos narra cómo los generales Taketori Washizu y Yoshaki Miki al regresar de una victoriosa batalla, se encuentran en el camino con una misteriosa anciana, que profetiza que Washizu llegará a ser el señor del Castillo del Norte. Así, la esposa de Washizu lo convencerá a cumplir ese destino.
Considera una obra indispensable del cine.
10.- Godzilla (1954)
Dirigida por Ishiro Honda, es la primera película del mítico monstruo Godzilla y comienza con el género cinematográfico de los kaijus.
Nos narra cómo un lagarto mutante, convertido en un gigantesco monstruo a causa de unas radiaciones atómicas, llamado Godzilla comienza a destruir las principales ciudades de Japón.
Ahí falta «The Hidden Fortress», la principal inspiración de George Lucas para crear «Star Wars»…