Protagonizada por Linda Cardellini y parte del universo de El conjuro, llega la cinta La maldición de la Llorona. Que narra la historia de un ente maligno que antes de asesinar a niños, se escucha su siniestro y estremecedor llanto.
Por Arturo Brum Zarco* Si algo recuerdo con mucho cariño de mi infancia es cuando mi tío Héctor que vive en Chicxulub, Yucatán, nos contaba a mi hermano, mis primos y a mí las historias de terror más espeluznantes, bueno quizá no lo eran, pero para alguien de ocho años escuchar sobre los aluxes y fantasmas en la carretera era impactante (además mi tío es un gran narrador). Y entre las cosas que nos contaba estaba la leyenda de la Llorona, con su clásico grito implorando por sus hijos y un detalle que jamás he olvidado, ese ser fantasmal sólo se aparece cerca del agua. Hay muchas versiones de donde nació esta leyenda, pero de algo estamos seguros, es un cuento de terror mexicano que conocen desde la Península de Yucatán hasta Tijuana; y sabemos que es una mujer que busca a sus retoños gritando “¡Ay mis hijos, ay mis hijos!”. Es un fantasma diabólico con pasaporte mexicano. Por eso la importancia de la reciente cinta La maldición de La llorona (The Course of la Llorona), ya que es una versión estadounidense de una de nuestras mayores leyendas infernales. La cinta, dirigida por Michael Chaves, forma parte del universo de terror de El conjuro, ese mundo creado por el productor y cineasta James Wan, que narra la vida de la familia Warren, Lorraine (Vera Farmiga) y Ed (Patrick Wilson) dos sujetos que sí existieron y peleaban según su historia contra entes diabólicos. De dicho universo se han desprendido las cintas de Annabelle, La monja y ahora La maldición de la Llorona, es decir, todas estas historias se conectan entre sí. Y nacieron gracias a que desde el filme de El conjuro, han tenido un éxito en taquilla impresionante. Ya veremos cómo le va a La maldición de la Llorona, que por lo pronto, cumple con los clichés de este universo, un ente maligno que le hace daño a una familia y quiere controlarlos, sobre todo a los niños. En este caso este ser diabólico azota a Anna Tate – García (Linda Cardellini) y a sus dos hijos, Chris (Roman Christou) y Samantha (Jayne – Lynne Kinchen), y casi todo el horror y las secuencias de miedo suceden en una sola locación, en la casa de Anna; algo muy similar a las demás cintas de este universo (en este aspecto La monja sí es diferente). Por lo tanto, la película cumple con la ambientación de sus predecesoras, incluso con un guion similar: un ser maligno que se obsesiona con una familia. Las secuencias no son novedosas y el final como siempre es el esperado. Pero causará miedo y hará saltar al espectador de su asiento. Destaca que la cinta sí menciona que La Llorona nació y viene de México, cómo y por qué se fue a los Estados Unidos no sabemos, pero está allá, gritando, buscando y matando a niños. Asimismo, el filme toca un requisito indispensable para hablar de La Llorona: su convivencia con el agua. Como mencioné en un principio, la Llorona sólo aparece donde hay agua y la película sí le hace honor a ese aspecto. Por otro lado, los efectos y maquillaje no son espectaculares e incluyen a un personaje que no podía ser más cliché porque se convertía en un chiste (de hecho es algo cómico), un curandero latino llamado Rafael Olvera (Raymond Cruz), que ayuda a Anna y a sus hijos a pelear contra La Llorona. Quizá para los mexicanos que crecimos con esta leyenda la película sea decepcionante; pero sí te espantará porque cumple y ya.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias y Oculus Todo el Cine.
Deja un comentario
Sé el primero en comentar en ««La maldición de la Llorona», con su pasaporte de los clichés estadounidenses»