«La mala noche», filme ecuatoriano sobre la horrible violencia a la mujer

Comparte el cine

Dirigida por Gabriela Calvache, La mala noche es una película ecuatoriana que nos narra la vida de Dana, una mujer que recurre al trabajo sexual para subsistir. La mayoría de sus ingresos se los entrega al jefe de la mafia que la explota.

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Desde el inicio, con una secuencia simbólica en cámara lenta que nos muestra a una mujer que camina en sentido contrario a un grupo de hombres que la miran con lascivia y enojo, la cinta ecuatoriana La mala noche presenta la forma y fondo del tema que aborda: la violencia hacia la mujer.

Te puede interesar:

«La Jauría», la horrible violencia hacia las mujeres

Ganadora del Premio a la Mejor Película Internacional en el Festival de Cine de Nueva York, La mala noche es un filme que combina un realismo desgarrador, con una ambientación onírica y finaliza con una especie de thriller que en ningún momento desentona con la premisa, al contrario juega con este aspecto para reforzar el mensaje.

Dirigida y escrita por la directora ecuatoriana Gabriela Calvache, la película trata sobre la violencia a la mujer y la trata de personas, y lo presenta desde una perspectiva atrevida, ingeniosa, sin dramas exagerados, encuentra el punto medio para construir personajes bien estructurados a los que no necesitamos conocer su pasado para entenderlos.

Ante una pandemia como el maltrato a las mujeres y el secuestro de niñas y adolescentes para obligarlas a prostituirse, la directora de La mala noche usa su cámara para realizar una ficción con una fotografía escueta, asfixiante, como una metáfora a la poca empatía y protección que tienen las niñas y mujeres ante este problema.

Te puede interesar:

«Que sea ley»: los rostros de la lucha por el aborto legal

El largometraje nos narra la vida de Dana (gran interpretación de Noëlle Schonwald) una mujer de unos 40 años que tiene una enorme deuda con el líder de una banda delictiva de trata de personas. Para pagarle y además mantener a su hija que se encuentra enferma se ve en la necesidad de laborar como trabajadora sexual.

Dana se nota afable ante los hombres que la contratan, la mayoría la tratan bien, pero hay casos donde el maltrato se hace presente. Esto anudando a su adicción a una droga, la hace una mujer atrapada en un círculo vicioso. Cuando uno de sus clientes la empieza a ayudar, Dana buscará la manera de salir de la presión del jefe de la mafia que la explota y asimismo ayudar a una niña que han secuestrado.

El filme combina una ambientación realista con momentos de ensoñación, y así proyecta momentos de un realismo mágico que logra acentuar la premisa de la cinta a partir de metáforas visuales que recrean el podrido mundo en el que se encuentra Dana, y al mismo tiempo mostrar cierta esperanza para que la protagonista salga de ese sitio al que se vio obligada a entrar.

Cruda y honesta, el filme retrata una realidad que desafortunadamente se ha vuelto algo cotidiano en el mundo.