Crítica de La decisión de partir, del reconocido director surcoreano Park Chan wook. El filme combina los géneros del film noir y romance para narrar una historia de amor atípica, conmovedora y llena de contrastes.
Por Arturo Brum Zarco*
Una de las características de las películas surcoreanas es la mezcla de géneros. Desde que empezó la nueva ola del cine en dicho país a finales de los años 90, los directores comenzaron a realizar un cine provocativo, entretenido y filosófico, donde combinaron diversos géneros cinematográficos para abordar de manera más amplia y compleja sus premisas.
Así, realizadores como Bong Joon ho, Kim Ki duk y Park Chan wook, por mencionar algunos, construyeron historias vanguardistas que pasaban del melodrama a la comedia, del suspenso al romance, del terror al slapstick, sin que perdieran su eje argumentativo. Esto hizo atractivo al cine surcoreano, pues sus propuestas novedosas y de gran calidad sedujeron y siguen seduciendo al público internacional.
Lo anterior se puede apreciar en la más reciente cinta de Park Chan wook, La decisión de partir (Decision to leave), una obra que juega con los estereotipos del film noir (el detective sombrío y la seductora femme fatale) y las partes cursis y conmovedores de las cintas románticas, para así entregarnos una historia de amor, donde el detalle y las sutilezas son la base de la cinta.
Park mezcla géneros para crear un mundo lleno de matices, en el cual por momentos impera la comedia, en otros es una clásica cinta de detectives y en las situaciones más álgidas es un provocativo filme romántico, en el cual el director no necesita usar la palabra amor para enseñarnos el enamoramiento de los dos personajes principales.
Así, el realizador nos muestra el amor desde su parte más pura, es decir, desde las acciones de sus personajes. Es por eso que la cinta exige atención, para comprender y disfrutar el poético y visceral romance que propone.
El largometraje sigue los pasos de Hae Joon (interpretado magistralmente por Park Hae-il), un veterano detective que investiga la muerte de un hombre que al parecer cayó de la cima de una montaña, pues está seguro que no fue un accidente sino que alguien lo asesinó, y su principal sospechosa es Song (Tang Wei), la esposa del difunto, una mujer misteriosa por la que empieza a sentir una desmedida atracción.
Park construye su historia de amor a partir de romper con los géneros que aborda, ya que su narrativa no es convencional, y por medio de disruptivos movimientos de cámara, saltos temporales y una fotografía sensorial y atractiva, recrea un universo donde los involucrados en el romance parecen vivir en un lugar aparte a su realidad. Es así como la cinta es abstracta y barroca al definir qué es el amor y sus consecuencias o sus beneficios.
Con un guion bien estructurado, escrito por el propio Park y Chun Seo kyung, con quien el director ya había trabajo en las películas Thrist (2009) y The Handmaiden (2016), los personajes narran su amor a partir de sus miradas y sus acciones. Al muy estilo del cine de Alfred Hitchock, la fortaleza de La decisión de partir es la forma de cómo cuenta su anécdota, con pocas palabras y dándole más poder a la imagen.
La decisión de partir es otro éxito de Park (uno de los directores más importantes de la actualidad), donde edifica una romance mezclando géneros, para así mostrar un amor conmovedor y lleno de contrastes.
*Periodista y realizador. Director de CinEspacio24.
Sé el primero en comentar en ««La decisión de partir», un romance atípico y conmovedor»