«El peso del talento», el juego de Nicolas – CinEspacio24

«El peso del talento», el juego de Nicolas

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Crítica de El peso del talento,  una entretenida comedia donde el controvertido actor Nicolas Cage interpreta a Nicolas Cage, quien se forzado a asistir a la fiesta de cumpleaños de un fan. 

 

Por Isaac Piña Galindo*

@IsaacPi15a 

¿Cuál es el extraño atractivo de Nicolas Cage? La pregunta nos ronda cuando vemos sus películas, se trate de algo nuevo o un clásico suyo, o incluso uno de sus bodrios, que no son pocos.

Desde la Antigüedad, es decir, la época del Hollywood clásico, se acuñó el término de “estrella” y con éste surgieron un cúmulo de problemas, aficiones/obsesiones y estrategias de mercado.

Se dice que hoy en día en Hollywood no quedan “estrellas”, al menos no cómo se concibieron en aquellas lejanos primeros años, y que las únicas estrellas vivas tuvieron su mejor momento en los 90, como Tom Cruise.

Quizás la figura de Nicolas Cage represente otro excelente ejemplo de esas estrellas de los 90 todavía activas en la actualidad; pero la pregunta inicial continúa: ¿Cuál es la gracia de Cage? ¿Es realmente un gran actor, o al menos podríamos calificarlo de bueno?

Desde su última nominación al Oscar, con Ladrón de orquídeas (2002), Cage ha actuado en una seguidilla de proyectos de baja calidad que van de lo decepcionante a lo embarazoso, racha interrumpida de cuando en cuando por cintas de estudio (Kick-ass, The Croods) o autorales (como Joe o Mandy).

A pesar de su carrera errática, Cage ha logrado conservar su popularidad intacta en gran medida por la cultura del meme y la videocrítica de los últimos 15 años, gracias a que cinéfilos de todas partes celebran la carrera del camaleónico actor con múltiples ensayos, citas y bromas que incluyen tanto grandes clásicos como churros infumables pero divertidos (un ejemplo sería el remake de The Wicker Man).

En este contexto de revaloración y redescubrimiento llega el estreno de El peso del talento, un ejercicio de narrativa de metaficción cuyo personaje central es el mismísimo Nick Cage, una versión ficcional del actor que todos conocemos y amamos.

Dirigida y coescrita por Tom Gornican, el filme resulta un traje a la medida para el histrión, ya que la historia se entrega por completo a demostrar cariño y admiración por Cage y su vasta filmografía, una celebración en clave de comedia que al mismo tiempo cavila sobre la creación cinematográfica en su término más básico: la idea original para escribir un filme.

Si existe un actor ideal para caminar por la cuerda floja entre la autoparodia y el autohomenaje claro que su nombre es Nicolas “fuckin” Cage.

Gornican, Cage y Pedro Pascal, en su rol coprotagónico, se regocijan en el absurdo que la película misma propone, desde el concepto inicial de Nick viajando a Mallorca a la fiesta privada de un fan millonario, hasta el subsecuente thriller de espías en el que se ven envueltos Cage y Pascal, quienes actúan como unos Jason Bournes atolondrados y drogados.

Y claro, en el viaje encontramos comentarios cariñosos, críticas veladas, un precioso y extraño cuarto con artículos de colección sobre Nic Cage, e hilarantes guiños visuales que casi son copia calca de las cintas originales (en especial de la monumental Face/Off de John Woo).

Hacia el final de la película, lo que más me sorprendía de la dirección de Gornican radicaba en su habilidad para que el filme funcionara como cine “escapista”, un descanso de casi dos horas en el que participamos de un juego, a veces infantil pero juego al fin, donde Nic actúa como “payaso serio”, muy en la vena de Buster Keaton, un trabajo raro elevado por la pasión insigne de Cage.

Dentro de esta avalancha de Cage-ismos, el director y escritor también tiene espacio para hablar de la cinefilia y cómo el arte cinematográfico puede significar tanto para miles de cinéfilos; Gornican habla con especial afecto y respeto sobre la forma en que un espectador casual puede convertirse en un fan de hueso colorado de un actor o una película.

Conmueve la honestidad del director por intentar capturar ese fervor, una marea emocional que muchas veces puede llegar a ser demasiado específica o personal y que, no obstante, se trata de un sentimiento extático con el que todo cinéfilo (o cine-adicto) goza en varios puntos de sus vidas, y con el que puede identificarse fácilmente.

Nicolas Cage es el primero en exhibir su carnet cinéfilo cuando al comienzo de El peso del talento habla con verdadera devoción sobre el clásico expresionista El gabinete del Dr. Caligari, exponiendo en primer lugar la archireconocida valía estética e histórica del filme, y en segundo, cómo influyó en su propia educación como artista y actor.

Personalmente, El peso del talento, que se estrena en salas mexicanas este 28 de abril, me hace rememorar obras recientes de corte semiautobiográfico incustradas en Hollywood y el ideal de la “estrella de cine”.

Cito tres ejemplos concretos: Somewhere de Sofia Coppola, filme minimalista sobre un actor en plena crisis profesional y paternal; I’m still here, de los actores Casey Affleck y Joaquín Phoenix, falso documental sobre un actor reconocido que se transforma en rapero; e inclusive por momentos este “Nick Cage” se comporta tan nostálgico, romántico y soñador como el Rick Dalton de DiCaprio, protagonista de la obra de otro adicto al cine llamado Quentin Tarantino.

Claro que la diferencia con dichos ejemplos recae en el punto de vista del personaje principal, Nicky, Nicolas Coppola, Nic Kim Coppola o, como todos lo conocemos, Nicolas Cage, quien imprime su particular vibra lúdica y cándida a cada secuencia de la película.

Por supuesto que para los nuevos cinéfilos, público juvenil y adolescente en especial, El peso del talento es la puerta de entrada al universo del actor, sus obsesiones, su aproximación espiritual al arte de actuar, sus reflexiones sobre el arte en general, su pasión por la “creación de mitos” que abarca, como ya mencioné, el arte popular de la novela gráfica y el cómic, entre otras curiosidades y rarezas.

Con ese simple reconocimiento, gana Nicolas, gana el cine y ganamos todos.

*Cineasta. Crítico. Colaborador de CinEspacio24 Noticias 

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