En esta lista te recomendamos cinco películas de zombies que se saltan los clichés del género y nos presentan algo distinto. Algunas son dramas y otras comedias que nos demuestran que incluso en los mundos post-apocalípticos se puede reír o incluso enamorarse.
Por Zuri Grace Bretón *
El subgénero de zombies es basto a lo largo y ancho de la historia del séptimo arte, los muertos vivientes son, quizá, las criaturas más explotadas en el cine, desde que George Romero hiciera historia con su mítica La noche de los muertos vivientes (1968), pero con orígenes rastreables incluso desde la década de los treintas. Estos seres come-cerebros están más que consolidados en el imaginario colectivo y tienen gran presencia en la cultura pop, a tal grado que han protagonizado videojuegos infantiles como Plantas vs Zombies.
Estos monstruos los hay de todo tipo, desde los lentos y torpes, hasta los rápidos y amenazadores, pero invariablemente su fin último será atrapar al humano para devorarlo. Es por ello que cuando pensamos en zombies probablemente lo primero que nos viene a la mente son imágenes gore, manos esqueléticas saliendo de sus tumbas o tensas persecuciones al estilo de Resident Evil o Guerra Mundial Z.
Sin embargo, al ser un tópico tan desgastado a lo largo de las décadas, muchos creadores han sentido la necesidad de refrescar el género y han realizado cintas que exploran a estos seres desde un ángulo distinto o los usan como recursos para abordar temas más complejos como la trascendencia del ser, las relaciones humanas o incluso de introspección de sus personajes.
Y la verdad es que resulta gratificante encontrar películas que reflejen inquietudes distintas más allá de la acción y el repulsivo, pero extrañamente fascinante, espectáculo visual (que claro que nunca está de más). Con esto en mente es que aquí te traemos cinco recomendaciones de películas de zombies que se saltan los clichés del género y nos presentan algo distinto. Algunos son dramas y otras comedias que nos demuestran que incluso en los mundos post-apocalípticos se puede reír…o incluso enamorarse.
– Tren a Busan (2016)
Dirigida por Yeon Sang-ho, Tren a Busan (título muy mal adaptado en hispanoamérica como Estación Zombie), es quizá la cinta de zombies más importante de la última década y que nos abrió al cine surcoreano incluso antes que Parasites.
Nos narra la historia de un grupo de personas que están dentro de un tren cuando el apocalipsis zombie estalla, y aunque tiene elementos muy bien logrados del emocionante zombie-gore tradicional con excelentes efectos especiales, debajo de esa primera capa argumental hay un profundo desarrollo de personajes y un drama familiar padre-hija sumamente conmovedor.
– Zombieland (2009)
Protagonizada por Jesse Eisenberg, Emma Stone y Woody Harrelson, con un divertidísimo cameo de Bill Murray, Zombieland es la historia de un chico introvetido y precavido que busca sobrevivir en el mundo infectado por un virus zombie y se cruza en su camino con un cínico cazador cuyo único objetivo es volver a probar un pastelito twinkie y más adelante con un par de astutas hermanas estafadoras.
Este diverso grupo deberá unir esfuerzos para recorrer el país a salvo. Con muchas referencias a la cultura pop y un leve tono de humor negro, esta cinta confirma que los zombies no deben ser forzosamente un tema sombrío o de terror y que también en el escenario de un futuro distópico se puede lograr una comedia única.
– Viene de noche (2017)
Con un modesto elenco, pero abrigada por A24, una de las productoras mejor posicionadas y admiradas entre los círculos cinéfilos de últimos años. Viene de noche relata la historia de una familia recluida en su casa en el bosque que se esconde de una enfermedad que acabó con la humanidad. Sin mostrar nunca la amenaza o si quiera mencionar la palabra zombie, esta cinta logra consolidar en tan sólo unas horas lo que The Walking Dead falló en aterrizar a lo largo de sus diez temporadas; la verdadera amenaza puede venir desde dentro, de quienes están vivos.
Esta película propone un terror psicológico que se vale de la ambigüedad y sutileza para construir una atmósfera de tensión progresiva y confirma que muchas veces basta con sugerir y jugar con la imaginación, para perturbar la mente del espectador.
– Mi novio es un zombie (2013)
Tan sólo un año después del estreno de Amanecer Parte 2, el fin de una de las sagas más amadas por las adolescentes de los dosmiles y odiadas por un amplio sector que se negaba a la idea de los vampiros brillantes, se estrenó Warm Bodies (nuevamente con una muy desafortunada adaptación en su título para latinoamérica). Se trata de una comedia romántica adolescente que es narrada desde la perspectiva de R (Nicholas Hoult), un zombie que se enamora de Julie (Teresa Palmer), la novia de la última víctima que se debora e hija del líder de la resistencia de los humanos frente al apocalípsis zombie, el General Grigio (John Malkovich).
Es verdad que la premisa es un tanto bizarra y quizá los prejuicios y hartazgo que se tenían en esa época por la Saga Crepúculo provocaron una recepción reacia en el público (aunque positiva por parte de la crítica), pero con la perspectiva que da el tiempo y siendo más justos con ella, sí que vale la pena verla pese a que se trata de una comedia ligera y quizá poco trascendente en el género, pues hace una sutil, pero interesante metáfora a la importancia de establecer conexiones humanas y lo poco comunes que éstas son en la moderna actualidad que nos convierte en zombies digitales.
–La noche devoró el mundo (2018)
Producción francesa que usa el tema zombie como la excusa perfecta para desarrollar un complejo drama instrospectivo. Nos cuenta la historia de Sam, un parisino que acude una noche al departamento de su ex para recoger algunas de sus pertenencias y se encuentra con una ruidosa fiesta de la que se aísla en uno de los cuartos. Sin darse cuenta se queda dormido y para su enorme sorpresa amanece al día siguiente solo en una ciudad devorada por la plaga zombie, de la que deberá refugiarse en ese viejo edificio y lidiar con los peligros de los muertos vivientes, mientras se enfrenta también a su propia soledad.
La película tiene un ritmo lento, pocos diálogos, se desarrolla en una sola locación y se apoya toda en la excelente interpretación de Anders Danielsen Lie en el papel protagónico, pero eso sí, no le faltan sus momentos de tensión. Quizá se trata de la más inusual dentro de la presente lista, pues sus elementos rara vez se encuentran en este género, confirmando así la versatilidad que existe en el cine de zombies, con el que podemos gritar de terror o también derramar un par de nostálgicas lágrimas.
¿Cuál película agregarías a esta lista?
*Licenciada en Comunicación, analista y crítica cinematográfica y colaboradora en CinEspacio24 Noticias
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