Christopher Nolan: «¿La nueva voz del cine?» – CinEspacio24

Christopher Nolan: «¿La nueva voz del cine?»

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¿Christopher Nolan es el representante de un nuevo cine? En este ensayo el autor analiza su filmografía y busca responder dicha pregunta, la cual  ha generado muchos debates entre cinéfilos. 

 

Christopher Nolan en la filmación de Dunkirk

Por Mahonri Alarcon*

@alarconMA07 

¿Qué hace que un director se destaque del resto? ¿Qué atributos debe mostrar una carrera fílmica para decir que su autor es “uno de los grandes”? ¿Bajo qué criterios decimos que un cineasta marca época? La historia del cine nos muestra claros periodos o escuelas y nos da cuenta de los abanderados de las mismas, algunos se reconocen en retrospectiva, otros se autodenominan vanguardia y se proclaman como la avanzada de momento

Sin embargo, de lo que no hay duda es que cada vez que se escribe un capitulo nuevo en la historia del cine, la obra o el director que la lleva a cabo son claramente reconocidos. Teniendo esto en mente podríamos preguntarnos: ¿Christopher Nolan es en algún sentido el representante de un nuevo cine? Veamos ciertos puntos de su estilo y su filmografía a la fecha para tratar de responder a la pregunta.

Podemos hablar de un parteaguas que divide el estilo de este director británico. Por un lado tenemos películas donde el desarrollo de personajes es amplio y la historia gira entorno al “qué”,  y por el otro lado tenemos historias donde los personajes son tratados de un modo más superficial y se presta más atención al “cómo”.

Christopher Nolan

 

Cintas como Following (1998), Memento (2000), Insomnia (2002), la trilogía de Batman y The Prestige (2006) nos presentan una psicología desarrollada del protagonista, tenemos los motivos casi diseccionados y, si bien requiere atención por parte del espectador debido a la narrativa (que será comentada más adelante), la historia se presenta como un mueble para armar con sus debidas instrucciones.

Guy Pearce en la cinta Memento

A partir de Inception (2010), Interstellar (2014), Dunkirk (2017) y Tenet (2020), Nolan decide optar por un desarrollo de la historia más que de los personajes, aún del protagonista, y sin hacer muchos cambios a la narrativa usual en sus filmes, los convierte en un rompecabezas sin imagen de referencia y donde no sabemos si contamos con todas las piezas.

El londinense usa una narrativa combinada entre explicaciones elaboradas de los problemas en sus historias, planos y angulaciones bien logradas para comunicar los sentimientos de los personajes y una ambientación sonora que hace al espectador sentir lo que el director quiere que sienta en cada secuencia. Nolan tiene muy claro su estilo de montaje y la elección de su director de fotografía le ha ayudado a registrar exactamente lo que quiere filmar, con la intención que quiere darle e imprimir el ritmo que considera el más adecuado para cada acto en sus producciones, queda a juicio del espectador si lo logra o no.

Christopher Nolan y Matthew McConaughey en Interstellar

La narrativa de Nolan suele ser caótica en cuanto a cronología se refiere, puede recurrir a saltos en el tiempo, paralelos, flashbacks, entre otros recursos para hacer partícipe al público en la labor de armar o descifrar la historia, sin caer en pretensiones innecesarias, la mayoría de las veces, podemos atribuir a Nolan el hacer un poco más complicado el cine de grandes presupuestos o de hacer más caro el cine que nos pone a pensar un poco más que los clichés y grandes blockbusters de verano.

Los temas que trata  son variados pero hay algunas constantes como el tiempo, lo humano y sobretodo, la obsesión. Me atrevo a decir que en todas sus películas hay obsesión: la obsesión de Leonard por vengar al asesino de su esposa en Memento; la obsesión de Bruce Wayne por la justicia en la trilogía de Dark Knight; la obsesión por ser el numero una entre Robert y Alfred en Prestige; la obsesión de Dom por ver a sus hijos en Inception; la obsesión por sobrevivir en Dunkirk.

En el set de Inception

Como decía al principio, el giro de Nolan se encuentra en pasar del “qué” al “cómo” se aborda la problemática del personaje. Para lograr el “qué” en Memento, la narrativa repetitiva y no lineal nos sumergen en la obsesión con la venganza; la tragedia de la familia Wayne y la búsqueda de Bruce por llegar a ser un protector de los débiles e inocentes nos generan empatía en Batman Begins (2008) y se refuerza con la integridad del fiscal Harvey Dent en The Dark Knight.

El cambio se da en Inception cuando Dom no llega a presentarse del todo como persona ante nosotros, pero su ocupación y sus intenciones nos son desmenuzadas y explicadas cuidadosamente para no perdernos entre sueños; Interestellar tampoco desarrolla a Joseph, en lugar de tener explicaciones psicológicas tiene planteamientos éticos y filosóficos con teorías científicas que requieren aclaraciones para ser accesibles al grueso del auditorio y esa fórmula se repite en Tenet, donde un protagonista anónimo lucha obsesivamente por salvar al mundo y a una joven madre que involucra en su misión.

No podemos hablar de las historias de Christopher Nolan sin mencionar las grandes colaboraciones que tiene en fotografía y composición musical. Wally Pfister y Hoyte van Hoytema logran captar en cámara la esencia de los personajes escritos por los hermanos Christopher y Jonathan Nolan; David Julyan y el talentoso Hans Zimmer musicalizan sentimientos, tomas de decisión, conflictos, suspenso, claustrofobia, guerras y dolor en cada compás que colocan en sus partituras.

The Dark Knight Rises

Algunos opinan que Tenet comienza a revelar el declive de Nolan, que su formula esta gastada y podrían tener razón. Otros opinan que le debemos a The Dark Knight que las películas de superhéroes escalaran un nivel en el gusto en general y pasaran de ser películas para niños y adolescentes a ser películas con historia y varios niveles de lectura.

El lado más snob y pretencioso de los fanáticos del cine atribuye a Nolan el llevar complicadas tramas científicas y de ciencia ficción a las superproducciones, no será un pionero en este apartado pero si un gran impulsor.

Lo que nadie puede discutir es que poner en las manos de Nolan varios millones de dólares para producir un filme es sinónimo de obtener un producto de calidad, un entretenimiento que supera el bueno a secas y nos lleva a pensar posibilidades que quizás no contemplamos un domingo por la mañana después del primer café.

En la opinión de su servidor, no estoy seguro de que Christopher Nolan sea un mesías en el cine contemporáneo pero si es un director del que espero con ansias sus películas y me da temas para platicar y meditar por horas; queda al criterio de quien ve sus películas y del tiempo decidir si es o no un portador de la estafeta en el avance y progreso del cine como arte y como entretenimiento.

*Filósofo, analista cinematográfico, colaborador en CinEspacio24 Noticias

 

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