Crítica de Amor, mentiras y sangre, la nueva cinta de Rose Glass, quien narra de manera refrescante una historia de amor entre una mujer solitaria encargada de un gimnasio y una joven que se dedica al físico culturismo. Una cinta que tiene de contexto un ambiente violento y sangriento.
Por Arturo Brum Zarco*
La directora británica Rose Glass está revitalizando al cine por medio de su particular narrativa en la que lleva a sus personaje femeninos a los extremos de sus obsesiones, para ello utiliza la violencia, las ensoñaciones y un poco de gore y body horror para provocar en el espectador incomodidad, terror y reflexiones profundas.
Con su ópera prima Saint Maud (2019) mostró cómo el fanatismo religioso producto de una terrible y angustiante soledad puede llevar a situaciones sangrientas y horripilantes, al narrar la historia de una joven enfermera y ferviente católica, quien se dedica a tratar a pacientes terminales. Este trabajo le valió el reconocimiento internacional a la directora y posicionó su película como una de las mejores obras de terror que se han hecho recientemente.
Pues su visión femenina sin condescendencia expuso a una protagonista atrapada en sus alucinantes diálogos con su Dios, que la llevaron a realizar actos de una profunda maldad.
Esa particular visión femenina, llena de obsesiones y sucesos deleznables, está presente en su reciente cinta Amor, mentiras y sangre (Love, Lies, Bleeding), un revitalizante Neo-noir (pues el crimen y la venganza son parte de su estructura) mezclado con una apasionante y erótica historia de amor de dos mujeres que tendrán que pasar diversas vicisitudes para estar juntas, después de que una de ellas asesina de manera brutal a un violento, homofóbico y misógino hombre.
En ese sentido, la historia podría caer en lo simplista y en el cliché, ya que este argumento se ha utilizado demasiado en el cine, es decir, la clásica historia de dos amantes que ante un acto que no pueden controlar hacen todo lo posible para estar juntos. Pero, el estilo de Glass dista mucho de ser simple y de caer en algún lugar común. Se nota que es una directora que sabe que muchas veces la fortaleza de una película está en cómo la cuentas.
Amor, mentiras y sangre, ambientada en Nuevo México de los 80, nos narra el romance que nace entre Lou (brillante interpretación de Kristen Stewart), una solitaria y lúgubre joven encargada de un gimnasio, y Jackie (gran actuación de Katy O´Brien), una misteriosa mujer que duerme en la calle y que se dedica al físico culturismo.
El encuentro entre estas dos mujeres se da en el gimnasio donde trabaja Lou, un lugar grisáceo, con una estética decadente y en un contexto donde permea la violencia masculina. Como contraste a eso, la directora recrea el amor de las dos protagonistas como bello y placentero; está ambigüedad entre lo grotesco y lo hermoso estará presente a lo largo del filme.
Mientras somos testigos del enamoramiento de las dos mujeres, la película nos muestra la obsesión de Jackie por fortalecer hasta el máximo sus músculos para así ganar una competencia en Las Vegas, ante eso Lou comienza a ayudarle, inyectándole esteroides, y juntas sueñan en viajar a dicho evento.
Pero los conflictos aparecen cuando se tienen que enfrentar a la violencia que impera en el ambiente, la cual se refleja en JJ (Dave Franco) y Lou Sr. (Ed Harris), el cuñado y padre de Lou. El primero alguien que casi mata a golpes a su esposa, lo que desata la furia incontrolable de Jackie; y el segundo quien domina el crimen organizado en la zona y quiere controlar a su hija y a su nueva pareja.
De esa forma, la película es una postal de la violencia y las armas que abundan en los Estados Unidos, enmarcada en una historia de amor de dos mujeres que tendrán que ser parte de esos actos violentes si pretenden sobrevivir.
Para llevarnos a esos ambientes sombríos y decadentes, la directora se vale de un diseño sonoro estridente, provocador e hipnótico, que logra conjugar de manera brillante con la imagen para sorprender al espectador con las secuencias de gore y las escenas de ensoñaciones y body horror, recursos narrativos que funcionan para profundizar en las obsesiones y sueños de las dos protagonistas.
Es por eso que Amor, mentiras y sangre, que se estrena este 1 de mayo, es una historia de amor atípica, deslumbrante y con una narrativa brutal y refrescante.
*Periodista, crítico de cine y realizador. Director de CinEspacio24.
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