Falleció el provocador director William Friedkin el pasado 7 de agosto, a sus 87 años. Realizador reconocido por las películas Contacto en Francia y El exorcista. Un autor que se caracterizó por mostrar las partes más oscuras del ser humano. En este texto analizamos sus obras más emblemáticas.
William Friedkin, director influyente del movimiento del Nuevo Hollywood (que apareció en los años 70), ha dejado una huella indeleble en la cinematografía con su enfoque audaz y su exploración profunda de la condición humana. Este análisis se centra en algunas de sus películas más notables, destacando cómo Friedkin desafió convenciones y llevó a las audiencias en viajes cinematográficos inolvidables.
– El Exorcista (1973)
Friedkin llevó a los espectadores al corazón del horror, enfrentándolos a lo sobrenatural y desconocido, con la básica premisa de que si existe Dios también el Diablo. Basada en la novela de William Peter Blatty, la película narra el aterrador exorcismo de una joven poseída por una fuerza demoníaca.
La película sigue a una madre afligida (Ellen Burstyn) que busca la ayuda de dos sacerdotes (interpretados por Max von Sydow y Jason Miller) para exorcizar a su hija poseída por un demonio.
Más allá del escalofrío, Friedkin exploró temas profundos de fe, duda y el poder del mal en el mundo. La película ganó dos Premios de la Academia y generó un impacto cultural duradero.
La fortaleza de esta película es su realismos, presentando secuencia disruptivas y transgresoras que la convierten en la mejor película de terror de todos los tiempos.
–French Connection(1971)
En esta cinta Friedkin nos sumergió en el crudo y desesperado mundo del crimen. La historia del obstinado detective Popeye Doyle (interpretado por Gene Hackman) y su implacable persecución de traficantes de drogas en Nueva York es un ejemplo de realismo cinematográfico que caracterizó a este director.
Con técnicas de cámara innovadoras y una narrativa inmersiva, Friedkin pintó un retrato vívido de las calles de la ciudad y la urgencia de la caza policial.
French Connection se llevó cinco Premios de la Academia, incluido el de Mejor Película.
Destaca por la construcción del personaje principal como un antihéroe, además de escenas de persecución que cambiaron el cine policiaco.
–To Live and Die in L.A. (1985)
En esta película, Friedkin nos transportó al inframundo del crimen organizado en Los Ángeles. Siguiendo a dos agentes federales (William Petersen y John Pankow) en su caza de un peligroso falsificador.
Friedkin capturó la decadencia moral y la ambigüedad ética de los personajes. La película es un estudio penetrante de decisiones moralmente ambiguas y de la lucha contra el crimen en un entorno implacable.
–Killer Joe (2011)
Continuando su exploración de temas oscuros, Friedkin nos presentó en esta película una obra perturbadora sobre la violencia y la decadencia moral en una familia disfuncional.
La historia sigue a un joven (Emile Hirsch) que contrata a un detective asesino (Matthew McConaughey) para asesinar a su madre y cobrar el seguro de vida.
La película es un estudio fascinante de la naturaleza humana en su estado más sombrío. Killer Joe se presentó en el Festival de Cine de Venecia.
–Sorcerer (1977)
La película nos lleva a un mundo de peligro y obsesión mientras un grupo de hombres se aventura en una peligrosa misión de transportar explosivos a través de la selva sudamericana.
Con Roy Scheider en el papel principal, Friedkin crea una atmósfera asfixiante y visceral, explorando las emociones humanas bajo condiciones extremas. Aunque no ganó premios importantes, sigue siendo un ejemplo de la maestría de Friedkin en la creación de suspenso.
–Cruising (1980)
Friedkin se adentró en el mundo de la investigación criminal con este largometraje, donde Al Pacino interpreta a un detective infiltrado en la escena gay de Nueva York para atrapar a un asesino en serie.
La película generó controversia por su representación y exploración de la cultura gay, pero también destacó la audacia de Friedkin para abordar temas oscuros y controvertidos.
Una de las mejores actuaciones de Al Pacino.
William Friedkin fue un explorador audaz de las complejidades humanas a través del cine. Desde las aterradoras posesiones demoníacas de El Exorcista hasta los bajos fondos morales de Killer Joe, este provocador y travieso director nos invita a contemplar los rincones más oscuros de la psicología humana.
A lo largo de su carrera demostró una maestría para crear suspenso implacable y narrativas inquebrantables que nos recuerdan el poder del cine para iluminar las partes más profundas, ambivalentes y oscuras de la experiencia humana.
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