Dirigida por Philippe Falardeau y protagonizada por Margaret Qualley y Sigourney Weaver, El trabajo de mis sueños es una película basada en hechos reales, sobre un joven escritora que consiguió empleo contestando la correspondencia del mítico escritor J.D. Salinger.
La película El trabajo de mi sueños (My Salinger year) es una cinta convencional, de superación profesional, con una mensaje positivo sobre la importancia de perseguir tus sueños; su pragmática construcción da como resultado una obra conmovedora, motivadora y deja un buen sabor de boca, más si te gusta las referencias literarias.
A pesar de no ser un trabajo minucioso en cuanto a su guion, es una agradable historia del amor a la lectura, a los libros, a los géneros literarios y a las leyendas y mitos que se construyen alrededor de ese mundo de escritores y escritoras; en específico, la cinta toma como referencia lo huraño y excéntrico que era J.D. Salinger, uno de los escritores contemporáneos más importantes y autor de uno de las novelas más citadas, vendidas y mencionadas, El guardián entre el centeno, publicada en 1951.
El filme dirigido por Philippe Flardeau, está basado en la memorias homónimas de Joanna Rakoff, reconocida periodista, crítica y novelista estadounidense, quien nos comparte el tiempo en el que trabajó como secretaría en la agencia literaria que se encargaba de cumplir todos los deseos de J.D. Salinger.
El trabajo de mi sueños, ambientado a finales de los 90 en la ciudad de Nueva York, nos cuenta la historia de Joanna (papel que realiza Margaret Quealley), una joven que sueña con ser escritora, en especial le gusta crear poesía. Por tal motivo, se muda a la Gran Manzana y consigue trabajo en una de las principales agencias literarias del país. Empresa que tiene como directora a Margaret (Sigourney Weaver), una mujer hermética e intelectual, un personaje parecido al de Meryl Streep en El diablo se viste a la moda, pero sin toques de comedia.
Así, Joanna se convierte en la asistente de Margaret y su principal función es responder las numerosas cartas que le envían sus fans a Salinger, quien ha ordenado que no le manden ninguna correspondencia y que no lo molesten para nada. En ese sentido, el filme muestra la fortaleza de la literatura, de cómo un libro puede despertar miles de sentimientos en el lector; esa es una de la funciones del arte.
La cinta es un relato entrañable, donde se contraponen dos distintos puntos de vista sobre qué es el ejercicio de la lectura y la escritura; para Margaret es una actividad comercial, donde pocos son los elegidos para entender o pertenecer a ese universo, pensamientos que nace quizá de su experiencia en la que ya nada le sorprende; por otra parte, Joanna se muestra soñadora, ambiciosa, ávida de compartir con todos la bellas obras de los autores. Entre ellas, la figura de Salinger se convierte en el punto medio para descubrir que tienen más en común de lo que creen.
El trabajo de mis sueños quizá pase desapercibida y eso es una lástima, no es la mejor película del año pero tiene agradables cualidades. El filme se estrenó este 3 de junio en salas comerciales de México.
Sin tener secuencias memorables, actuaciones impactantes o una fotografía deslumbrante, pero si un buen diseño de producción, el largometraje sirve para que nuestra curiosidad literaria aparezca y esa es su gran fortaleza.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias
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