La madre del blues es una biopic de Ma Rainey, pionera del blues. La cinta, ambientada en los años 20, nos narra una tensa grabación de un nuevo disco de Ma y su pelea con un joven trompetista, Levee. Destaca las actuaciones de Viola Davis y Chadwick Boseman.
Por Arturo Brum Zarco*
“La historia de los negros en Estados Unidos, es la historia de los Estados Unidos. No es una historia bonita”, decía el escritor y activista James Baldwin (1924- 1987), un hombre afroamericano quien luchó por erradicar la violencia racial en su país; una violencia que, desafortunadamente, continua.
Para entender a Estados Unidos, como afirma Baldwin, hay que comprender las atrocidades que han vivido (y viven) la comunidad afroamericana; entre atropellos, matanzas, injusticias y violaciones se ha forjado el país más poderoso del mundo.
Es por eso que hablar y reflexionar sobre este vergonzoso fenómeno es necesario, y hacia allá nos lleva la cinta La madre del blues (Ma Rainey’s Black Bottom), ambientada en los años 20, es una biopic sobre Ma Rainey (pionera del blues) y nos narra una complicada y tensa sesión de grabación de uno de sus últimos discos.
Complicada sesión porque el filme nos presenta a una iracunda Ma Rainey (interpretada magistralmente por Viola Davis), quien se muestra poderosa y fuerte ante cualquier comentario que vaya en contra de su ideología, en la cual impera un sentimiento de no permitir que la gente blanca la sobaje o se apropie de su arte.
Aunado a esta forma de presentar a Ma Rainey, está la banda que la acompaña en la grabación, donde destaca Levee (la mejor actuación de Chadwick Boseman, quien desafortunadamente falleció antes de estrenarse esta cinta), un joven trompetista, soñador e irreverente que busca que sus canciones y su estilo de tocar sean conocidas.
La cinta va a contraponer a estas dos fuertes personalidades, Ma Rainey y Levee, madurez contra juventud, que van a enfrentarse en la forma de cómo tocar blues; sus discusiones dejan entrever un lógico y sano cambio generacional, pero a la vez muestra que comparten la misma historia: la violencia racial.
Dirigida George C. Wolfe, La madre del blues está basada en la multipremiada obra homónima de 1982 del escritor August Wilson. En ese sentido, la cinta destaca por su puesta en escena, una muy teatral que permite que los crudos y honestos monólogos de los dos personajes principales se presenten como el eje del filme.
Monólogos que van acompañados de una gran actuación, donde Viola Davis y Chadwick Boseman ajustan su voz y sobre todo su corporalidad para narrar unas historias desgarradoras, reales, que superan cualquier ficción; asimismo, el diseño de arte y la ambientación de todo la película agobia, gracias a una paleta de colores amarillenta que muestra el calor y la tensión que se encuentra en el estudio de grabación.
La cinta, que se estrenó en la plataforma de Netflix, tiene su fortaleza en sus actuaciones y en sus monólogos, los cuales nos presentan un poco de esa historia violenta y sanguinaria que es el racismo y hace un guiño muy perspicaz a la apropiación cultural.
De esa forma el filme también nos enseña qué es el blues, una bella música que nace de las entrañas de la comunidad afroamericana, como una denuncia, como un arte, una representación de su historia, una historia que como decía Baldwin no es agradable.
Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.
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