Después de diez años, regresan Woody Harrelson, Jesse Eisenberg, Abigail Breslin, y Emma Stone a luchar nuevamente con peculiares muertos vivientes en la cinta Zombieland:Tiro de gracia.
Por Martín L. González* Tierra de Zombies (Ruben Fleischer, 2009) es una de esas películas que lograron convertirse en un clásico instantáneo. Ya sea por sus ocurrentes situaciones o por su comedia sarcástica que por momentos raya en lo ácido, la cinta logró refrescar el género consiguiendo un séquito de fieles seguidores que pedían a gritos una secuela. En Zombieland: Tiro de gracia la historia sigue a los personajes emblemáticos que se ganaron el cariño del público en la primera entrega. Tallahassee (Woody Harrelson), Columbus (Jesse Eisenberg), Little Rock (Abigail Breslin) y Wichita (Emma Stone) llevan ya tiempo sobreviviendo en un mundo infestado de Zombies, mundo al que ellos llaman Zombieland. Pero después de lograr adaptarse al radical cambio que sufrieron sus vidas y alojarse en la Casa Blanca, Columbus decide proponerle matrimonio a Wichita, lo cual sumado a la sobreprotección de Tallahassee sobre Little Rock provoca que ambas abandonen al grupo y decidan tomar su propio rumbo. Sin embargo, un día Wichita irrumpe una vez más en la Casa Blanca para hacerse de más armas y municiones, sólo que está misión será un fracaso al ser descubierta por Tallahassee y el propio Columbus, a quienes les revela que Little Rock la abandonó por irse con un joven hippie. Así emprenderán una nueva travesía por esa tierra de zombies, sólo que esta vez ya no son unos novatos. El director Ruben Fleischer nos entrega una cinta que está a la altura de su predecesora, y que no defrauda a los viejos y nuevos espectadores. No es necesario haber visto la primera entrega para poder ver la secuela, pues fácilmente podría servir como un largometraje en solitario y funcionaría de igual manera, sin embargo no se olvida de su viejo público y constantemente lanza guiños que les moverá el corazón. La película está llena de referencias a la cultura pop. Desde el nombre que le otorgan a las diferentes clases de zombies -como el Homero o el Terminator- hasta romper la cuarta pared. El director no le teme en ningún momento a la corrección política que aterroriza a la industria cinematográfica en la actualidad, y le pasa por encima mofándose constantemente de las «modas» actuales. Eso habla de la manera tan inteligente en la que el director logró adaptar su historia a los tiempos modernos y a pesar de ello no se siente desfasada con la primera entrega. La trama encuentra otro camino para no sentirse repetitiva y eso hace que el guión funcione de gran manera. Zombieland: Tiro de gracia es el claro ejemplo de que una película bien pensada y con libertad creativa puede desembocar en un clásico instantáneo, cuando no se apega a las exigencias de la gente y se toma su tiempo para hacer la cosas bien y a su manera, porque esto es el mundo de Ruben Fleischer, esto es Zombieland.
*Colaborador en CinEspacio24 Noticias.
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