Golem: La leyenda es una cinta de terror, que intenta reinventar el mito judío del Golem, ya que nos narra como una mujer de un pequeño pueblo judío en el siglo XVII crea a un ser diabólico para proteger a su comunidad.
El Golem es un ser mitológico de la cultura judía, un ser creado con barro o tierra por el ser humano, que tiene una complexión inmensa y una fuerza descomunal. Su concepción se fortaleció en la Edad Media, ya que según el mito, los rabinos de ese entonces lo usaban para proteger a sus pueblos o aldeas que eran atacadas por ejércitos de distintas religiones. Otra de las características del Golem es que es un ser sin sentimientos, no se mueve a menos que la persona que lo creó le ponga en la boca un pequeño pergamino donde se especifique lo que debe de hacer: proteger al pueblo, realizar trabajos pesados o incluso asesinar. La cosmovisión del Golem tiene muchas semejanzas con la creación, según casi todas las religiones, del ser humano (por ejemplo, Adán nació con la tierra). Asimismo, tiene esa obsesión que ha acompañado al hombre a lo largo de su historia, la idea de ser Dios, de crear vida. Por si sólo la figura del Golem es un mito tétrico, imaginar a un ser con un gran poder que sigue las órdenes de un sólo hombre tiene algo de misterioso y diabólico; es por eso, que el cine ha utilizado su figura en varias películas. Así se han creado historias de terror de una gran manufactura. La más conocida y clara en sus intenciones es la cinta silente El Golem, película del expresionismo alemán de 1920, dirigida por Carl Boese y Paul Wegener, la cual está ambientada en el siglo XVI en Praga y narra cómo un rabino crea a dicho ser para proteger a su pueblo. El argumento de jugar o intentar ser Dios ha sido una fórmula muy usada en la historia del cine, y lo volvemos a ver en la reciente película de terror Golem: La leyenda (The Golem), una producción de Israel y hablada en inglés. Bajo la dirección de Doron Paz y Yoav Paz, utilizan el mismo argumento del Golem como protector del pueblo judío, pero intentan crear nuevos conceptos alrededor de ella. El filme está ambientada en el siglo XVII, en un pequeño pueblo judío que vive tranquilo, cumple sus reglas y tradiciones, son herméticos, rezan mucho y piensan que el único propósito de una mujer es traer hijos. No obstante, Hanna (Hani Furstenberg), quien está casada con el hijo del rabino del lugar, Benjamin (Ishai Golan), es una joven distinta, su hijo murió hace siete años y no ha logrado tener otro, y se esconde para escuchar las misas y las juntas que tienen los hombres, donde las mujeres tienen prohibido entrar. Cuando la peste llega a un pueblo vecino, el cual es cristiano, los ciudadanos culpan a los judíos de haber hechizado a su gente, por lo tanto los amenazan con matar y quemar a toda su comunidad si no terminan con su «brujería», ante eso, Hanna le exige al rabino del lugar que creen un Golem, ante la negación del religioso, la joven seguirá los pasos que dictan sus santas escrituras para darle vida a dichos ser. Sin embargo, no nace un hombre descomunal, sino un pequeño niño, que puede asesinar a quien sea con sólo pensarlo. Hanna lo controla, pero los celos y las obsesiones de ella provocarán que todo sea un desastre sangriento. Si pensamos en la sociedad judía ortodoxa como una comunidad cerrada, utilizar a una mujer como el personaje que crea al Golem es novedoso (aunque también puede entrar en la moda de la corrección política), por otra parte, la figura del niño como un Golem, además de aterrador, tiene un simbolismo poderoso, sobre la relación entre madre e hijo. La figura de Dios como mujer. Un subtexto interesante de la cinta. Con una buena ambientación, un ritmo semi lento, El golem: La leyenda reinventa el mito, y eso es lo destacado del filme. *Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias.
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