La casa lobo es una película animada, que cuenta el intento de una joven por escapar de una secta. Usando técnicas de stop moción, el filme tiene una ambientación siniestra y perturbadora.
Por Arturo Brum Zarco* María escapa de una secta religiosa alemana en Chile. Se refugia en una casa que parece estar abandonada, pero en la que se encuentran dos pequeños cerditos. La joven promete cuidar de los animales y les explica lo importante de no salir del lugar, ya que afuera hay un lobo que la persigue. Sin embargo, la casa es un sitio con vida propia, que se mueve y cambia según los sentimientos y pensamientos de María; como si estuviera en un sueño o en una terrorífica pesadilla. La joven protege a los cerditos, les da nombres, los trata como humanos y estos se convierten en pequeños niños al cuidado de María, y mientras esto sucede, escuchamos la voz del lobo, que escalofriantemente susurra a cada rato el nombre de María. Poco a poco la chica va perdiendo el control de su mente, de los animales, y la casa junto con ella entra a un universo lúgubre. A ese mundo nos lleva la cinta chilena La casa lobo, una película de animación hecha con stop motion y que parece un largo plano secuencia, dirigida por Joaquín Cociña y Cristóbal León, quienes utilizaron cosas recicladas para crear su ficción. Una ficción que tiene muchos sub textos y metáforas para reflejar la penuria de una joven que quiere escapar de una secta pero sus miedos y recuerdos se apoderan de ella y de la casa donde se aloja. La casa lobo combina cuentos de hadas, (Los tres cerditos, Caperucita roja, entre otros) y una animación seductora y provocadora para introducir al espectador a un sueño o quizá una realidad sofocante, claustrofóbica, como si la chica nunca hubiera escapado de la secta. Los directores buscaban hacer un cine experimental, pero al final su cinta dio como resultado una metáfora profunda sobre la realidad, la ensoñación, la locura, la desesperación y el encierro. Los directores se basaron en la espantosa historia de la Colonia Dignidad, un predio al sur de Santiago de Chile, que se usó como centro de tortura en la dictadura de Pinochet y que antes era el lugar donde el nazi Paul Schäfer tenía una secta donde violaban a jóvenes y las esclavizaban. La película no menciona estos hechos y no es necesario, ya que por medio de su impactante historia y su atrevida animación nos muestran esos recuerdos horrorosos de la historia chilena. A través del uso del arte, ya que cada movimiento de la animación parece una pintura o una escultura con su significado y simbolismo, y de jugar con los cuentos de hadas, La casa lobo es una cinta de terror y fantasía con múltiples mensajes y sobre todo nos lleva a la desesperación de alguien que quiere escapar de un lobo; una metáfora de la secta.
*Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias.
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