La película Voraz es una cinta de terror que tiene como contexto a una familia disfuncional y a una joven que busca su independencia y libertad sexual.
Por Arturo Brum Zarco*
Voraz es una cinta francesa que se presentó en el Festival de Cannes en 2016; asimismo, recibió varios premios en el Festival de Cine de Londres y el Festival Internacional de Cine de Palm Springs. Es la ópera prima de la directora francesa Julia Ducournau, quien hace un filme de horror complejo, inteligente, profundo y perturbador. Sin embargo, no es la gran obra maestra del gore como la mercadotecnia de la película la ha vendido; es una buena cinta y ya.
Se estrenó en México como parte de la 62 Muestra Internacional de la Cineteca Nacional. Ahora se encuentra en el catálogo de Netflix.
Justine (Garance Marillier) es una chica de 16 años, bien portada, anticosial, y, como toda su familia, es vegetariana. Ella entra a la facultad de veterinaria, lugar donde también estudia su hermana mayor, Alexia (Ella Rumpf), quien es sociable y rebelde.
Al entrar a la Universidad, los alumnos que están en semestres más adelantados, realizan actos nada amigables a los novatos; por ejemplo, les avientan sangre de animales, los levantan cuando están dormidos, arrojan sus colchones a la calle y los obligan a comer carne cruda; a esto último se niega Justine, pero su hermana la obliga a hacerlo, lo que traerá consecuencias muy graves.
Justine se dará cuenta que no sólo le gusta la carne, sino que la necesita; además, vemos que la relación con su hermana es de amor y odio. Por otra parte, descubrirá y experimentará deseos sexuales; es decir, la primera parte de la cinta nos narra la idiosincrasia de la juventud actual, la compleja relación que pueden tener los hermanos y el despertar sexual de una adolescente. Temas que la película los trata sin censura y con una narrativa sencilla y con crudeza: la fotografía siempre tiene tonos opacos y grises para lograr un ambiente perturbador y atrayente.
Mientras continúa sus estudios, se hace amiga de su compañero de habitación, Adrien (Rabah Nait), un guapo hombre homosexual con quien comienza una relación de amor y pasión; sin embargo, algo no está bien en ella, es taciturna, solitaria y parece que se mueve con miedo.
Cuando su hermana intenta ayudarla en sus relaciones sociales, ocurre un accidente y Alexia se corta un dedo, el cual se come Justine; así comienza otra historia, de canibalismo, violencia y de secretos familiares.
Quizá la película para los amantes del gore se queda corta; no obstante, los temas de trasfondo: la sexualidad de un adolescente, las relaciones familiares y sociales, la hacen un largometraje que mezcla el horror con la psicología. El canibalismo es un pretexto para abordar profundamente estas situaciones.
Una historia bien ambientada con actuaciones que acompañan al espectador a un mundo sangriento y con escenas narrativamente y visualmente perturbadoras, que muestran lo cotidiano de una escuela veterinaria, es decir, imágenes de animales que no estamos acostumbrados a ver: caballos amarrados, perros disecados, vacas enfermas y sangre mucha sangre. La escuela es la paradoja de una niña que la obligaron a ser vegetariana, que ama a los animales y que descubre su gusto por comer humanos.
*Periodista y Realizador. Director de Comunicación de CinEspacio24. Colaborador de Cio Noticias.
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