Cineasta de talento nato. Desde sus inicios, Terry Gilliam demostró sus capacidades para la creación de proyectos audiovisuales con un peculiar enfoque. Como referente del cine moderno, consiguió que su trabajo trascendiera en distintos géneros. Desde la comedia hasta el drama, sus películas cuentan con un surrealismo único, que se convirtió en su marca personal.
Por Martín L. González* Terence Vance Gilliam nació el 22 de noviembre de 1940 en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos. Es uno de los tres hijos del matrimonio entre Beatrice Vance y James Hal Gilliam. Su infancia transcurrió en Medicine Lake, un campo rural de cultivo de maíz, donde el mayor entretenimiento familiar era una pequeña radio, lo cual orilló al pequeño Gilliam a desarrollar su imaginación. En 1951, él y su familia se mudaron a California, ya que su hermana menor padecía de asma. Su padre, un antiguo miembro de la caballería estadounidense (que después se convertiría en carpintero), tomó esta decisión para poder tratar el problema de salud de su pequeña. Ya en California, durante una de las sesiones de matiné en los cines locales, vio un filme que lo marcaría, La Patrulla Infernal (Stanley Kubrick, 1957). Gracias a ese largometraje, Gilliam tuvo una pequeña epifanía sobre el cine, y comenzó a verlo como algo más que mero entretenimiento. Cautivado por el séptimo arte, se volvió seguidor del trabajo de Georges Mélies (uno de los principales líderes en el desarrollo técnico y narrativo durante los inicios del cine), ya que se sentía identificado con la tendencia de engañar al espectador. En 1958, ingresa a la universidad Occidental College, donde comenzó a estudiar física, para después cambiarse a la carrera de arte y finalmente graduarse en ciencias políticas. Durante su paso por la universidad, editó la publicación Fang, una revista de poesía y arte, que después él y sus compañeros convirtieron en un cómic de gags y dibujos satíricos, y envió unas cuantas copias a las oficinas de la revista Help! (ubicadas en Nueva York). En dicho lugar trabajaría más tarde, y ahí conoció al actor británico, John Cleese (los dos serían miembros de Monty Python). En esta época también colaboró como dibujante en la revista MAD, cuyo particular estilo humorístico, satírico y sarcástico marcó al cineasta, el cual se vería reflejado tiempo después en Monty Python. Más adelante, Help!, comenzó a tener problemas económicos , por lo que Gilliam decidió abandonar su puesto en la compañía, lo que lo llevó a unirse a la Guardia Nacional durante un breve tiempo para evitar su incorporación a la guerra de Vietnam. Después de este suceso, decide abandonar Nueva York y vive un breve tiempo en Los Ángeles, y finalmente en 1967 opta por marcharse a Londres, Inglaterra. Gracias al contacto que mantuvo con John Cleese, el 5 de octubre de 1969 se estrenó Monty Python’s Flying Circus, un programa televisivo enfocado en sketches de comedia, en los que actuaba el propio Terry Giliam, además de encargarse de las animaciones. Gilliam, era el integrante menos conservador y el que gozaba de mayor libertad creativa. Encargado de las animaciones que servían como enlace entre los sketches, fungía como el elemento extravagante e innovador, que se convirtió en el principal atractivo del show. En ellas se podía vislumbrar el toque surrealista y humorista de Terry. En 1971 se estrenó la cinta Se armó la gorda, lo que significó el “salto” a la gran pantalla del fenómeno Monty Python. La película duraba casi 90 minutos, y presenta sketches de las dos primeras temporadas del programa. Junto a Terry Jones, dirigió Los Caballeros de la mesa cuadrada, filme que también pertenece a los Monty Python, se estrenó en 1975. La cinta es una sátira que se desarrolla en la corte del Rey Arturo. Para 1977, Gilliam estrena su primer largometraje en solitario, titulado La Bestia del Reino, una parodia de la época medieval que adapta un poema de Lewis Carroll (autor de Alicia En el país de las maravillas). Participó como guionista y actor para La vida de Brian (Terry Jones,1978), el tercer largometraje del grupo de comedia de Monty Python, que nos narra la historia de Brian, un judío que nace justo el mismo día que Jesucristo, por lo cual los confunden varias veces con Jesús. En 1981 estrenó Los héroes del tiempo, una cinta de aventuras a través del tiempo, en la que además de ser director también marca su inicio como productor. Esta cinta forma parte de su trilogía de la imaginación, aquí representa a la infancia. En 1983 sale el cuarto largometraje de Monty Python, El sentido de la vida, dirigida por Terry Jones y donde Giliam formaba parte del cast. Brazil, la segunda película de la trilogía de la imaginación, la cual simboliza la juventud, se estrenó en 1985. La cinta nos cuenta la historia de Sam Lowry (Jonathan Prce), un noble tecnócrata quien tras un error burocrático se ve obligado a encargarse del papeleo, ya que como oficialmente no existen errores, y nadie quiere hacerse cargo. Para terminar su emblemática trilogía, estrena en 1989, Las aventuras del Barón Munchausen. El largometraje, que representa la vejez, se desarrolla en una ciudad anónima de Europa en el siglo XVIII, y narra la vida de un oficial alemán que recuerda todas sus hazañas en la Luna, el inframundo y la guerra. En 1991 estrena Pescador de ilusiones, película que marca el inició de la trilogía americana. La cinta nos cuenta la historia del exitoso locutor de radio Jack Lucas (Jeff Bridges), que busca pagar sus culpas, ya que su programa orilla a un psicópata a asesinar a siete personas. Continuando con la trilogía americana, sale Doce monos (1962), inspirada en la película El muelle (Chris Marker, 1962), en la que Giliam nos cuenta como un presidiario del futuro es enviado al pasado para investigar el origen de una plaga que acabó con gran parte de la humanidad. Para finalizar esta trilogía, el cineasta presenta en 1998, Miedo y asco en Las Vegas, película basada en la novela homónima del escritor Hunter S. Thompson, la cual nos cuenta como un periodista y un misterioso abogado viajan a las vegas con el maletero del carro repleto de drogas. Gilliam da la bienvenida al nuevo siglo presentando en 2005 Tideland, largometraje que narra la vida de la pequeña Jeliza-Rose, la cual conoce a un taxidermista y su inestable hermano, tras la muerte de sus drogadictos padres. En ese mismo año, Gilliam también realiza Los hermanos Grimm, cinta que se centra en los hermanos Will y Jake Grimm, los cuales inician un viaje por el país con el pretexto de proteger a la gente de la ciudad de las criaturas encantadas y míticas. En 2009 estrena El Imaginario del Doctor Parnassus, donde nos narra como el Doctor Parnassus (Christopher Plumer), tras haber hecho un pacto con el diablo para poder ser inmortal, se ve envuelto en una maldición oscura, además de tener el don de guiar la imaginación de los demás. The Zero Theorem sale en 2013, y en ella nos cuenta como Qohen Leth (Christopher Waltz), un solitario genio de la informática, dedica su vida a resolver el Teorema Zero. En 2018 estrenara Mr. Vertigo, adaptación de la novela de mismo nombre escrita por Paul Auster, en la que nos cuenta la autobiografía de Walt, un joven que aprendió a volar y levitar con la ayuda de su maestro Yehudi. Y finalmente, logra llevar a la gran pantalla su proyecto maldito. Tras varios intentos fallidos por filmarla, El Hombre que mató a Don Quijote se presentó en el festival de Cannes 2018. En la cinta, nos narra como un anciano que está completamente seguro de ser Don Quijote, confunde a un ejecutivo publicitario con su fiel escudero Sancho Panza, con el cual emprenderá un viaje a través del siglo XXI y el siglo XVII. La marca de Giliam está presente en todas sus películas. Ese surrealismo que raya en lo bizarro puso su trabajo en la categoría de cine de autor, ya que su estilo tan particular convierte a Terry Gilliam en la verdadera estrella de sus películas, atrayendo al público a ver sus largometrajes por el simple hecho de llevar su nombre. Como lo dijo el propio director alguna vez: “Quedas atrapado por las historias. Me he ganado la reputación de estar fuera de control, pero no es cierto, simplemente esa es una historia más interesante que la verdad”. *Colaborador en CinEspacio24 Noticias.
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