Crítica de Top Gun: Maverick, dirigida por Joseph Kosinski. Es una buena secuela del clásico de 1986 Top Gun, ya que nos muestra de forma entretenida y dinámica la vida del aviador militar Pete Mitchell.
Por Jesús M. Pedraza Madrid*
El sutil sonido de la batería es acompañado con el timbrar de unas campanas para después dar paso a las guitarras eléctricas del Anthem. En pantalla podemos ver una pista de aterrizaje y el atardecer en el horizonte. Las tonalidades rojizas y ámbar del cielo contrastan con las siluetas de grandes aviones militares y de sus valientes pilotos mientras apreciamos cómo se desarrolla el proceso de preparación para los despegues y aterrizajes. Un sentimiento despierta, mezcla entre emoción y expectativa. Como menciona la canción El Cine de la banda española Mecano: “Me hicieron sentir que yo estaba allí, que era feliz”.
Top Gun: Maverick es la secuela del clásico Top Gun de 1986 de Tony Scott. Esta nueva películas es dirigida Joseph Kosinski y protagonizada por Tom Cruise como el Capitán Pete “Maverick” Mitchell; Miles Teller como Bradley “Rooster” Bradshaw y Jennifer Connelly como Penny Benjamin; además de contar con la participación especial de Val Kilmer de nuevo en su personaje de Tom «Iceman» Kazansky.
La historia de Top Gun: Maverick está ambientada en nuestro presente año 2022, justo treinta y seis años después de que el legendario piloto Pete “Maverick” Mitchell se graduara de la exclusiva academia de pilotos conocida como Top Gun. Ya con unos años más de experiencia y con un grado de Capitán de Aviación en la Marina, Maverick es enviado a ser instructor de un selecto grupo de Pilotos Número Uno, con la finalidad de entrenarlos y desarrollar en ellos las habilidades intuitivas necesarias para llevar a cabo una difícil y peligrosa misión: destruir una base nuclear enemiga.
La película es una secuela digna (e incluso casi superior de su antecesora). Top Gun: Maverick cuenta con un excelente diseño de producción, edición, sonido y una cinematografía espectacular que resulta en una combinación perfecta de emociones, entre las que destacan la fascinación de poder ver las arriesgadas trayectorias de los pilotos de vuelo, así como la tensión y adrenalina de las escenas de acción junto con las relaciones y rivalidades entres los personajes.
Sin duda el principales acierto de este filme es que su argumento supo envejecer tres décadas de una forma elegante. Si bien tiene algunos toques que apelan — de una forma agradable y bien ejecutada—a la nostalgia y al fan service, también podemos ver una evolución y una madurez diferente a la de la película original.
Tom Cruise nos trae una excelente actuación en donde su personaje presenta un desarrollo más complejo, en el cual podemos vislumbrar algunas de las etapas de su vida que no vemos en pantalla (una trayectoria profesional, historias de amor pasadas, la frustración y la culpa de sus errores, entre otros); una madurez emocional de un personaje que ha evolucionado con el tiempo pero que a la vez conserva ese corazón noble y aventurero de aquel joven rebelde que conocimos en el pasado. Ver a Maverick en esta película despierta una genuina emoción tanto alegre-excitante, como melancólica-nostálgica al ser testigos del paso del tiempo de en un personaje que sin duda muchos queremos.
Otro punto, es la introducción de nuevos personajes que favorecen esta percepción de ser invitados a ver una historia de vida ya adelantada. Por ejemplo, tenemos a Bradley “Rooster” Bradshaw cuya principal motivación es llegar a ser el mejor aviador.
Asimismo, destaca que logró mantener la estética de su predecesora: desde su escena de apertura recrea a la perfección los opening titles de la original, hasta la tonalidad cálida, su diseño de locación, arte y vestuario, así como su banda sonora protagonizada por el nuevo tema original Hold My Hand de la talentosa Lady Gaga .
Ver este filme se siente como volver a experimentar el poder audiovisual de los años ochenta pero en un contexto contemporáneo, combinación que sin duda mantiene y enaltece ese sueño juvenil rebelde y californiano.
Top Gun: Maverick, que se estrena este 26 de mayo en salas mexicanas, es por supuesto una película que no te debes perder y que te garantizo tiene alta posibilidad de convertirse en un éxito. Aunque estoy seguro de que el argumento en este filme funciona por sí solo, si quieres disfrutarla al máximo y vivir la experiencia total te recomiendo tener fresca la Top Gun de 1986. ¡Un double feature perfecto para el fin de semana!
El Pumpkímetro para Top Gun: Maverick
Tiempo de entregar mi puntuación. Para quienes no me han leído anteriormente a mí me gusta otorgar calabazas a las películas, ya que estas son muy divertidas y versátiles. Tomando como parámetro que cinco calabazas equivale a algo como “Ver está película transmite la emoción del éxtasis y el sueño de navegar sobre las nubes en compañía de un piloto militar” y que por el contrario, cero calabazas sería algo como “La misma adrenalina de subirse a un avión comercial de Vivaaerobus a un destino cercano”. Con base en mis impresiones anteriores no puedo dar menos que 🎃🎃🎃🎃🎃 al buen Pete, con la esperanza de que las lleve consigo siempre que sea posible en su Grumman F-14 Tomcat y que sean para él un recordatorio del cariño y estima de todos aquellos que estamos enamorados de su valiente y rebelde corazón. Ahora sí que, como a Goose, a mí también me encantaría volar junto a Maverick. ¡Nos vemos entrando en la próxima Danger Zone!
*Analista. Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
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