Protagonizada por Keira Knightley, Secretos de Estado trata sobre una joven que filtró información sobre una operación ilegal para invadir Irak en 2003.
Por Martín L. González*
Katherine Gun es una traductora británica que trabajó para la oficina de comunicaciones del gobierno (GCHQ, por sus siglas en inglés), una organización de inteligencia y seguridad responsable de la inteligencia e interpretación de señales
La película Secretos de Estado nos cuenta la historia de Katherine Gun (Keira Knightley), una traductora de 28 años de edad que trabajaba en 2003 para la agencia de inteligencia de Reino Unido, su labor consistía únicamente en espiar conversaciones internacionales en mandarín y japonés, con el fin de detectar alguna amenaza terrorista o sobre algún asunto específico que le encargaran. Sin embargo, un día recibe un correo electrónico bastante peculiar a favor de una invasión a Irak.
Sorprendida, Gun decide filtrar dicha información a la prensa para tratar de evitar una guerra, por lo cual se gana la etiqueta de traidora, impuesta por su propio gobierno. Lo cual desatará una serie de eventos que expondrán una gran conspiración política y pondrán a Gun y a su familia en peligro.
El director Gavin Hood nos entrega una cinta inteligente basada en hechos reales.La película hace un trabajo bastante interesante jugando con las perspectivas tanto de los periodistas, como de los abogados y de la propia Gun, lo cual es un gran acierto a la hora de adaptar una historia real, ya que esto la vuelve imparcial.
Y esto no sólo lo utilizan para presentar el hecho, sino también le aporta dinamismo a la cinta y es una de las principales vías por las que se mueve este tren del suspenso en el que viaja la historia principal.
La actuación de Keira Knightley es una de las cosas más destacables del largometraje. Capaz de transmitir desesperación, indignación o hasta miedo.
El guion hace su parte, y funge como la segunda vía que se encarga de guiar al largometraje, ya que la historia está tan bien escrita que mantiene enganchado al espectador y lo mantiene involucrado, soltando datos e información que deberá unir como si de un rompecabezas se tratara, para de esta manera, seguir el hilo de la historia.
La encrucijada moral que plantea la película es muy interesante. La información es poder, pero ¿que es lo correcto? ¿Revelarla u ocultarla?¿Hasta dónde somos capaces de llegar por hacer lo correcto? La cinta nos orilla a pensar: ¿que hubiera hecho yo en su lugar?
*Colaborador de CinEspacio24 Noticias
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