Critica de Rifkin ‘s Festival, el nuevo filme de Woody Allen, una comedia sencilla, pero con el humor que caracteriza a dicho cineasta, que aborda los problemas de la cotidianidad en una relación.
Por Martín L. González*
Woody Allen es uno de los directores activos más longevos de la industria fílmica, algo que se ve reflejado con el paso del tiempo en sus cintas, ya que parecen responder cada vez menos a las exigencias generales, y por el contrario se sienten como visiones más íntimas de los temas que le interesan al cineasta.
Por ello, no es de extrañar que las películas del director neoyorquino busquen constantemente experimentar con diferentes herramientas narrativas que le permitan abordar los temas cotidianos que suele abordar, mismos que son aderezados de comedia y buscan exponer la banalidad de la vida.
Su reciente filme Rifkin ‘s Festival es una cinta que nos cuenta la historia de Mort (Wallace Shawn), un maestro de cine que se encuentra casado con Sue (Gina Gershon), quien por asuntos de trabajo debe asistir al Festival de Cine de San Sebastián, al cual irá acompañado de su esposo. Sin embargo, una vez en España, Sue mostrará interés amoroso por un joven director, mientras que Morat se verá perdidamente enamorado de una doctora residente de la ciudad.
Con esta historia, en apariencia simple, Allen nos entrega una cinta sencilla pero llena de pretensiones, que dotan al protagonista de un amplio conocimiento de cine, el cual suele utilizar para implementar diálogos pomposos dignos de un cinéfilo insoportable que no pierde la oportunidad de mencionar a Godard y Truffaut a la menor provocación, aunque curiosamente hay ocasiones en las que esto funge como una crítica al medio y a los intelectuales del mismo. Paralelo a esto, la cinta busca exponer la cotidianidad en la monogamia y cómo esto puede dar rienda suelta a la fantasía con otras personas.
La película no tiene grandes giros argumentales ni enormes proezas técnicas, y tampoco es el trabajo más redondo de Woody Allen, pero hay algo en la simpleza del largometraje que resulta reconfortante para el espectador. Esto se debe en gran medida a que el filme se nota dirigido para el público afín al trabajo del cineasta.
Quizá el mayor problema de esta obra es que en algún punto trata de abordar tantos temas que termina por ahogarse, perdiendo la brújula argumental y dejando a sus personajes a la deriva, quienes sobreviven gracias a la personalidad que le brindan los actores a estos.
Con todo sus aciertos y errores, Rifkin ‘s Festival, que se estrena este 20 de enero, es una película entretenida que encantará a los seguidores del trabajo de Woody Allen, pero que pasará desapercibida para el sector del público que no encuentra nada extraordinario en este director.
*Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
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