Perdidos en París (Paris pieds nus) es un espectáculo circense, con mucha comedia física, situaciones absurdas, una danza lúdica, alegre y conmovedora. Una cinta nostálgica, y una comedia arriesgada que se atreve (en este tiempo donde el género al que pertenece tiene un tono totalmente diferente) a utilizar los recursos de las películas cómicas de antaño y reivindicarlas. A Buster Keaton esta obra de Dominique Abel y Fiona Gordon le hubiera gustado.
Por Arturo Brum Zarco* Empezamos en Canadá, el lugar exacto no lo conocemos, pero a pesar de ser un sitio casi inhóspito por la nieve hay gente que vive ahí, con la “loca” nieve de vecina. Una joven Martha, le dice a su pequeña sobrina:“ Fiona, me voy a vivir a París”. Pasan varios años y Fiona (Fiona Gordon), ahora adulta, sigue en ese lugar donde la nieve domina. Es bibliotecaria. Mientras ella trabaja, llega una empleada del lugar y al abrir la puerta un fuerte viento empuja a todos (esa escena define el estilo que veremos en toda la cinta, comedia física y absurda), la chica le lleva a Fiona una carta que encontró en la basura. El mensaje es de su tía Martha (una de las últimas interpretaciones de nuestra querida Emmanuelle Riva), le pide que vaya a París a ayudarla, ya que la quieren meter a un geriátrico y ella a sus 88 años y con demencia senil no entiende por qué. Fiona que nunca ha salido de su pequeño pueblo, va a París donde le suceden situaciones poco comunes como caerse al rio Sena y perder su equipaje. La cinta es una película coral, primero cuenta la historia de Fiona. Después la de Dom (Dominique Abel) un vagabundo confiado, desvergonzado, que vive en una casa de campaña a lado del rio Sena. Busca su comida en la basura, sus movimientos son circensen y con mucha comedia física. Él encontrará la maleta de Fiona y ahí comienza la magia de un dúo cómico que se salen de los parámetros de lo establecido y crean su propio universo fílmico. Martha es la encargada de la otra historia. Por miedo a la enfermera que la cuida, escapa de su departamento. Interpretada por la actriz Emmanuelle Riva (protagonista de las grandes cinta Amour e Hiroshima mi amor),quien murió a principios de este año, demuestra que estaba a la altura de interpretar cualquier papel y hacerlo de maravilla, para ejemplo su gran trabajo en esta peculiar comedia. Perdidos en París es un tipo comedia a la que ya no estamos acostumbrados, al slapstick, ese subgénero que exagera la narrativa y su eje está en la comedia física y absurda, recursos que dominaba el actor del cine silente Buster Keaton. Los directores de la cinta y protagonistas de la misma, Fiona Gordon y Dominique Abel, que además están casados, son unos cómicos especialistas en el estilo físico, circense y lo traspasan a esta arriesgada cinta. Es arriesgada porque que su tipo de comedia a muchos les parecerá por momentos demasiado tediosa, ridícula y muy larga. A pesar de que sí tiene escenas lentas y un poco aburridas, fue agradable ver de nuevo secuencias donde la actuación corporal dominará.
*Periodista, realizador. Director de Comunicación de CinEspacio24 y Editor de CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.
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