Los caifanes es una película mexicana de 1967, dirigida por Juan Ibáñez, quien escribió el guion junto a Carlos Fuentes. Un retrato de la vida nocturna de la Ciudad de México en los años 60. En este texto se analizan partes del guion que no llegaron al corto final.
Por Óscar Sánchez*
«El frío que de noche sientes es por andar desperdiciada»
Al más puro estilo de las road movie, Los caifanes (1966) es una aventura nocturna alucinante en donde el personaje principal es la mismísima Ciudad de México, esa ciudad que ya no conocimos, por lo menos no como Carlos Fuentes la describe en La región más transparente.
Con la partida del caifán mayor Óscar Chávez “El Estilos” (quien falleció el 30 de abril de 2020), deja a Paloma (Julissa) y “El Azteca” (Ernesto Gómez Cruz) como los protagonistas sobrevivientes del filme dirigido por Juan Ibáñez.
«Yo con usted de aguacate como cualquier guacamole»
Con una filmación llena de conflictos sindicales y de locaciones, finalmente se estrena el 12 de junio de 1967 en el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, lo que se exhibió aquel día es la versión que circula actualmente.
Juan Ibáñez disfrazó la película en cinco cortometrajes llamados: Las variedades de los Caifanes, Muerte y suerte, Quien escoge su suerte y el tiempo para exprimirla, Las camas de amor eterno y Se le perdió la paloma al marrascapache, mientras que el guion original tiene el título de Fuera del Mundo 1era Parte: Los caifanes, 2da parte: La Suerte y 3era Parte: La muerte.
Lo que describiré a continuación son las secuencias no filmadas o detalles inéditos que no llegaron al corto final por falta de presupuesto y que están en el guion original dándole un plus a nuestra imaginación para descifrar a Los caifanes:
«México en una laguna y mi corazón echándose clavados»
El quinto Caifán que aparece en el guion es El Rostro quien por sus diálogos y sus acciones, termina fusionado al personaje de El Estilos, este personaje El Rostro es quien lleva la relación romántica paralela con Paloma en la historia, incluso en el guion El Rostro logra besar a Paloma frente al Palacio de Bellas Artes antes de llegar a la Alameda Central y después de dejar la carroza fúnebre en la plaza del zócalo.
El génesis y el oso es el primer sitio visitado por Los caifanes, ubicado en la esquina de Eje Central y Fray Servando Teresa. El guion tiene a bailarinas en bikini, hombres con cascos de fútbol americano simulando escafandras de astronauta y varios osos bailarines, aunque al final termina apareciendo sólo uno. Al último se terminó presentando al grupo coreográfico de El Genesis: los satélites ardientes.
La Plaza de la Santa Cruz Veracruz, se ubica en el centro de la Ciudad de México. La secuencia antes de robar la corona fúnebre ocurre donde El Capitán Gato lanza una moneda al aire para decidir su suerte, en el guion aparecen en forma onírica sueños del El Mazacote, vestido de luchador y noqueando a un boxeador, El Azteca vestido de Moctezuma y portando lentes se ve ascendiendo la pirámide de Teotihuacan, El Rostro ve morir fusilado a su álter ego con una bala en el rostro y El Capitán Gato vestido de capitalista, anillos en la nariz y con sombrero de copa se ve recorriendo el Hotel María Isabel Sheraton con Paloma del brazo.
Carlos Monsiváis y la navidad.
En la secuencia de los tacos la cual es inexistente en el guion, continúa con El Azteca en el coche pronunciando “México en una laguna y mi corazón echándose clavados” línea que da paso en el guion a más sueños oníricos donde El Rostro y El Azteca se encuentran en una calle tradicional de la prostitución con todas las mujeres de espaldas y brazos extendidos buscando a una con rostro, hasta que una de ellas se muestra. El Rostro descubre a la Virgen de Zapopan enseguida a una anciana con cabello blanco y termina con una gringa envuelta en una bandera de barras y estrellas. En tanto El Azteca descubre a su madre, continúa con su esposa abnegada y termina con Paloma crucificándose, la besa y se inca ante ella.
El Azteca desesperado por esta situación saca una metralla y empieza a disparar al tiempo que El Rostro cae acribillado protegiendo a Paloma.
«En país de ciegos el tuerto es el que reparte las tortas»
Así se comprueba que el cine artesanal ejecutado en buena forma supera a lo que tenía el guion original, con influencias marcadas de Buñuel, Fellini y Eisenstein. La presencia de un Óscar Chávez consolidado, hoy se convierte en referente único e inigualable, el caifán mayor.
El guion original de Carlos Fuentes y Juan Ibáñez lo pueden leer en el Archivo de la Cineteca Nacional.
*Colaboración Especial
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