Crítica de No te preocupes cariño, la nueva cinta de Olivia Wilde, protagonizada por Florence Pugh y Harry Styles; un filme que nos narra la historia de un matrimonio que vive en un lugar en apariencia perfecto pero que en realidad esconde unos terribles secretos.
Por Arturo Brum Zarco* Es común que los directores se inspiren y aborden el concepto de otra película o cualquier producto narrativo y eso es natural (no hay nada nuevo bajo el Sol), ya que lo importante es cómo cuentan ese concepto, pues ahí muestran la originalidad y calidad de su obra. En ese sentido, la reciente cinta de Olivia Wilde, No te preocupes cariño (Don´t worry darling) tiene una buena idea pero mala presentación. Olivia Wilde (quien inició su carrera como actriz) estrenó su ópera prima Booksmart en 2019, una agradable e irreverente teen movie sobre dos chicas adolescentes y su paso a la vida adulta. Este trabajo destacó por su punto de vista femenino en un género que por lo regular aborda lo disruptivo de la adolescencia desde lo masculino, como la cinta Superbad (2007, Greg Mottola), una historia muy similar al primer filme de Wilde. Con esa carta de presentación, Wilde se mostró como una directora propositiva, que buscó romper el género de dicha cinta por medio de un discurso feminista, el cual, en esa ocasión, aplaudió la crítica y el público. Ese mismo discurso feminista, como lo mencionó en varias entrevistas la directora, es la esencia de No te preocupes cariño, un thriller psicológico protagonizado por Florence Pugh (quien destaca en su interpretación), Harry Styles, Chris Pine y la directora de la cinta. No te preocupes cariño, que se presentó en el Festival de Venecia y se habló más de los conflictos entre los actores y la realizadora que de la propia cinta, está ambientada en la época de los años 50, en un lugar llamado Victory, un suburbio experimental que aparenta ser idílico, “perfecto” y armonioso En ese sitio, el matrimonio de Alice (Florence) y Jack (Harry) viven tranquilos y enamorados, y los roles de cada uno están fuertemente establecidos, él se va a trabajar, ella es una ama de casa que tiene prohibido salir de su comunidad y no conoce la labor de su esposo. Esta dinámica está presente en todos los miembros que habitan en Victory, la cual es comandada por Frank (Pine), un líder que parece autoritario y sectario. La supuesta calma de dicho “paraíso” se ve en riesgo cuando Alice comienza a cuestionarse todo su entorno. De los más destacado de la cinta está su diseño de producción, pues recrean de manera por demás agradable los 50 donde los colores y diseños de las casas y las vestimentas son repetitivas, así ejemplifican la vacuidad y la cerrada ideología de los suburbios estadounidenses, como lo hizo el director Sam Mendes en sus cintas Belleza americana (1999) y Sólo un sueño (2008). La idea de Wilde es interesante, agradable e incluso me atrevo a decir necesaria, es decir, debe haber más películas con voces femeninas; no obstante el filme peca de una mala manufactura en cuanto a su guion, dejando unos huecos argumentales molestos, absurdos e ilógicos; pues no te explicas la falta de motivaciones de algunos personajes. Así, Wilde utiliza el recurso de reconocidas películas de terror y ciencia ficción para construir su misterio, cintas que no mencionaré ya que serían un gran spoiler; sin embargo, está construcción presenta imágenes sin sentido que buscan causar confusión pero resultan más desesperantes. No te preocupes cariño, que se estrena este 22 de septiembre, es una película con una gran idea, que aborda un tema importante para reflexionar, que desafortunadamente no fue bien narrada.
*Periodista y realizador. Director de CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias.
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