Regresan las hermanas March: Jo, Meg, Amy y Beth. Esta nueva adaptación al cine del libro Mujercitas, dirigida por Greta Gerwig, además de contar con un buen reparto, tiene su fortaleza en mantener la premisa de la obra literaria y combinarlo con un pensamiento más contemporáneo.
Por Arturo Brum Zarco* La adaptación que realiza la directora Greta Gerwig (Lady Bird) del clásico libro Mujercitas (1868) de Louisa May Alcott, es un trabajo arriesgado, con un resultado que combina de manera placentera la premisa de la obra literaria con la mentalidad y el contexto actual. Es decir, Gerwig nos presenta y respeta las características de los clásicos personajes, las cuatro hermanas March, pero en lugar de enfocarse en sus romances o en sus deseos de casarse, la directora logra crear una narrativa que destaca en los sueños personales y profesionales de cada una. Si bien no deja de lado sus amores, los pone en un segundo término y consigue una cinta bien contada, actuada y dirigida. Ambientada durante y después de la guerra civil estadounidense, Mujercitas nos cuenta la historia de cuatro hermanas y su madre que tendrán que salir adelante sin el padre de familia, quien se fue a la lucha armada. Otro punto destacado de la cinta (que reafirma el atrevimiento de Greta al adaptar la novela) es que no es una historia lineal, si no alterna líneas temporales, y esto lo logra realizando una fotografía adecuada para cada una: la primera, que es como inicia el filme, narra cuando las hermanas ya están separadas, en esta escenas la iluminación es fría, con un azul fino, lo que proyecta un sentimiento de nostalgia; la segunda, es durante la guerra, las hermanas son adolescentes y viven juntas, en esas secuencias la iluminación es cálida, con un hermoso tono amarillo, que representa el amor y la unión de la jóvenes. Esta manera de contar la historia le da un ritmo agradable a la película, ya que mientras vemos cómo es la vida de cada una después de la guerra civil, esto se va combinando con los cambios temporales como si fueran un recuerdo. Así, la directora logra que nos identifiquemos más con las hermanas, para entender y comprender sus pensamientos. Estos saltos temporales y elipsis, crean una cinta más ambigua y compleja sobre las cuatro jóvenes, profundizando en los sueños de la adolescencia, en la independencia de la mujer, en sobrevivir económicamente por si sola; e incluso, aunque todas acaben con un amor, ironiza sobre el amor y el matrimonio, pero al fin es una historia romántica, como bien dice en la cinta Jo, una de las hermanas que es escritora. En Mujercitas está la soñadora y rebelde de Jo (Saoirse Ronan), quien vive en New York, pero después de recibir una mala crítica de sus cuentos y por la enfermedad de una de sus hermanas decide regresar a su casa natal; la hermana mayor Meg (Emma Watson), una joven educada que encontró su pasión al tener una familia; Amy (Florence Pugh), que estudia para convertirse en una pintora; y por último Beth (Eliza Scanlen), una joven tímida y amorosa, quien sufrió una terrible enfermedad cuando era joven por lo que no pudo continuar con su clases de piano. La fortaleza del filme está en su atrevida adaptación, en la forma de contarla y en el enfoque actual que le da (sin perder la esencia de la clásica novela); sin embargo, quizá la película aborda tanto la independencia de cada una que se olvida de presentar la unión entre a las hermanas, y por su puesto los romances y amores que tienen; aquí los hombres que se volverán esposos de cada una interpretados por Timothée Chalamet, James Norton y el gran actor francés Louis Garrel, son actores secundarios que quizá se ven integrados en la historia de una manera forzada. Mujercitas de Greta Gerwig es una buena adaptación, con un entretenido guion, que deja afuera las cursilerías e intenta ser más profundo, y con una dirección pulcra y sutil.
*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.
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