En una de tantas extorsiones, Hulk encarga una misión a Logan: recoger un paquete. La única compañía del exmutante para lograr el pedido es un viejo y ciego Hawkeye.

Si bien la historia tiene un tono apocalíptico, esto es lo que Mangold quiso reflejar en su cinta aunque no tomara todos los elementos del cómic. Logan no es una fiel adaptación de Old man Logan, sino una adaptación que parte de una buena historia y recoge el estilo de la misma para construir una nueva. Por esta razón es que en Logan el acompañante no es Hawkeye sino X-23, una pequeña niña que fue creada a partir del ADN de Wolverine.

La única familia con la que cuenta Logan es el profesor Charles Xavier. Wolverine trabaja  para cuidar de él, porque, al igual que en el cómic, los héroes han muerto. La figura del padre es explotada por Mangold quien explicó que en el filme buscaron realzar la paternidad tanto de Logan como del profesor Xavier.

“Buscamos componer un cuadro emocional donde se coloca a Wolverine en la posición del hijo hacia la figura de un padre moribundo (Charles Xavier), quien le pide asumir el cuidado, casi que paternal, de una niña envuelta en una situación abrumadora. Eso es mucho pedir para un hombre que desde la primera secuencia se despierta en estado de embriaguez, conduciendo una limusina para sobrevivir en medio de un mundo hostil. Logan es prácticamente la historia de un padre y su hija que están teniendo un tiempo bastante difícil en el camino”, señaló el director estadounidense sobre la temática de su película.

James Mangold, un «viejo lobo» conocido en los Oscar, es un ejemplo de como las películas de superhéroes en manos de experimentados cineastas (por ejemplo, The dark knight 2007 , Chistopher Nolan; Spiderman 2002, Sam Raimi) logran resultados sobresalientes.