«Licorice Pizza», hermoso y atípico retrato del amor adolescente – CinEspacio24

«Licorice Pizza», hermoso y atípico retrato del amor adolescente

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Crítica de Licorice Pizza, dirigida por Paul Thomas Anderson, quien realiza una bella y radical historia de amor en la adolescencia. 

Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Licorice Pizza puede ser la película más accesible del director Paul Thomas Anderson, y esto no quiere decir que esta cinta sea inferior a toda su filmografía, por el contrario, el romance adolescente que nos presenta en esta obra es refrescante, conmovedor, divertido y nostálgico.

Thomas Anderson (quien ya debe ser considerado uno de los grandes realizadores de Hollywood, cintas como Magnolia, Petróleo Sangriento o The Master son un claro ejemplo de su inigualable calidad) nos muestra una historia sobre la irreverente, confusa y visceral pasión de la adolescencia, con un argumento que parece episódico y donde sus microhistorias se edifican, llenas de sutilezas y homenajes a los radicales años 70, como un mundo de extravagancia y de situaciones que podrían ser inverosímiles; no obstante, Anderson ha mencionado que todo lo que narra sí sucedió.

Así, el director nos involucra en un teen movie que entiende el punto exacto para lograr ser hermosamente cursi o contundentemente transgresora, es decir, no busca presentar un largometraje que critique los excesos o el amor melodramático de la adolescencia, sino un punto medio entre estos dos aspectos, con el cual logra, muy al estilo de Anderson, no realizar juicios de valor, con lo que acentúa la honestidad y sinceridad de sus personajes.

Ambientada en el Valle de San Fernando, en Los Ángeles, en 1973, el filme narra cómo Alana Kane (Alan Haim), una chica de 25 años que no sabe que hacer con su vida, conoce a Gary Valentine (Copper Hoffman), un desenfrenado adolescente. Entre ellos dos nacerá una amistad y una complicidad que los llevará a vivir diversas vicisitudes.

Destaca el debut actoral de estos dos protagonistas, quienes impregnan una inocencia natural que fortalece el romance de la cinta. Además, cabe mencionar el gran reparto del filme: Sean Penn, Tom Waits, Maya Rudolph, Ben Safdie y Bradley Cooper.

En la mayoría de las películas de Paul Thomas los juegos de poder son un tema constante, en Licorice Pizza no es la excepción, sólo que esta vez la crudeza con la que juega dicho tópico se convierte en un una suerte de amor de verano, que en ningún sentido es condescendiente, ya que las excentricidades, la violencia, el culto a la fama y la provocación son los matices de esta cinta. Simplemente con la idea de un joven de 15 años que comienza una relación con una chica de 25 años ya tiene un mensaje provocador, que en manos de otro director podría caer en un discurso moralista, pero en Anderson se convierte en una anécdota reflexiva y por momentos enternecedora.

Asimismo, fiel a su estilo, el perspicaz lenguaje cinematográfico de Anderson está presente, por medio de sus ingeniosos e hipnóticos planos secuencias nos muestra que la pureza del cine está en el movimiento de la cámara, en la posición del encuadre y en la fortaleza de contar por medio de la imagen; sobre todo en la industria hollywoodense cada vez más plagada de excesos de pantallas verdes.

Licorice Pizza, que se estrenó este 24 de febrero en salas mexicanas, es una película de amor en la adolescencia y también una comedia romántica, donde la irreverencia hormonal de esa confusa etapa de la vida se conjuga con un divertido relato que muestra que lo importante no es el tema que abordes sino cómo lo cuentes.

*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias.

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