Last Christmas, otra oportunidad para amar nos cuenta la vida de Kate (Emilia Clarke), una joven que trabaja en una tienda que vende cosas navideñas y que contrasta con su forma de ser, apática e irónica.
Last Christmas, otra oportunidad para amar (Last Christmas) es una comedia y un drama que no se puede catalogar tajantemente en la categoría de comedia romántica, ya que intenta ser una historia más profunda, ácida, con humor negro y abordar temas que afectan a la sociedad. Es una película tan ambiciosa en sus intenciones (algo que se agradece) que no logra poner el eje en un sólo punto, quiere mencionar tantas cosas que se vuelve un revoltijo que no es confuso pero no deja buena apariencia. Dirigida por Paul Feig (que sabe hacer comedias ya sea de humor blanco o negro), y escrita por la ganadora del Oscar, Emma Thompson (quien también tiene un papel en la cinta) y Bryony Kimmings, Last Christmas, protagonizada por Emilia Clarke, toca temas como la depresión, el alcoholismo, la xenofobia, el poco interés a las personas indigentes, la intolerancia, la aceptación de la homosexualidad y la donación de órganos, todo esto ocurre alrededor de la protagonista, una chica que vive en una constante autodestrucción. Kate (Emilia) trabaja en una tienda que vende cosas navideñas, tienen los adornos más exóticos que puedas imaginar; ella duerme en las casas de sus amigos, hasta que estos ya no la soportan por su manera destructiva de vivir y actuar, por lo tanto va cambiando de departamento constantemente. En su trabajo viste un traje de duende que contrasta con su pesimismo hacia la vida, además es una actriz y cantante que no consigue trabajo, ya que después de que sufrió una operación que casi acaba con su vida ella no volvió a ser la misma y se convirtió en esa mujer que niega a sus padres, su pasado y odia su vida. Su madre, Petra (Thompson) es una mujer excéntrica e intranquila que vive en una constante preocupación por Kate, su esposo y ella son inmigrantes que llegaron a Londrés escapando de la guerra que había en su país. Kate cambia cuando conoce a un misterioso y romántico (quizá demasiado cursi) hombre llamado, Tom (Henry Golding), que como si fuera un guía espiritual poco a poco le enseñará a Kate los detalles y lo bello de la vida. Así, Tom se convertirá en una especie de consejero moral para Kate, y ella se enamorará, por su puesto, de él. Como un cuento navideño funciona, tiene chistes agradables, pero no es un comedia romántica, ni un drama conmovedor, y sus intentos de crítica social se quedan en la superficie, pero bien puede entrar en tu lista de películas navideñas, entretenida es. *Periodista y realizador. Director de Comunicación en CinEspacio24. Colaborador en Cio Noticias y Oculus Todo el Cine.
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