Crítica de la cinta La Nave, dirigida por Batán Silva y protagonizada por Pablo Cruz Guerrero; filme que nos narra la historia de un lúgubre locutor de radio que intenta cumplir el sueño de un niño que se encuentra muy enfermo.
Por Martín L. González*
El cáncer es uno de esos temas oscuros de los que la gente prefiere no hablar, aún cuando esta terrible enfermedad es una de las principales causas de muerte en la humanidad; en ese sentido, es preocupante la cantidad de ignorancia que rodea a la misma, manteniéndola presente en el plano general aunque de manera superficial. Por tal motivo, más de un cineasta ha abordado este tema como una problemática latente.
La Nave, cinta dirigida por Batán Silva y estrenada originalmente en 2019 durante el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), reflexiona sobre dicho tema pero de manera diferente. Así, el filme (basado en hechos reales), no busca crear conciencia sobre el cáncer ni pretende dar un discurso acerca de la pérdida y la soledad, pues el enfoque se centra más en glorificar la historia de Miguel, un personaje caritativo y bondadoso que busca luchar por una buena causa.
La película nos narra la historia de Miguel (interpretado por Pablo Cruz Guerrero), un deprimido locutor de radio que parece estar estancado en todos los ámbitos de su vida (especialmente el laboral) víctima de sus torpes decisiones y sus actitudes nefastas, las cuales sumadas a su pensamiento nihilista, parecen marcar el punto más alto (o más bajo, según se quiera ver) de su crisis de mediana edad. De manera sorpresiva, Miguel recibe una llamada a su programa de radio, con tono burlón y comentarios sarcásticos realizada por Gerardo (Santiago Beltrán), un niño que tiene cáncer y cuyo sueño es conocer el mar.
Al verse superado por la situación, Miguel termina por ceder ante la petición del infante y se compromete a conseguir el dinero suficiente para cumplir el sueño de Gerardo, para lo cual decide unirse a un maratón y de esta manera conseguir patrocinadores.
Es así como comienza una odisea que terminará por crear un lazo irrompible entre Miguel y Gerardo, quienes sin saberlo, están a punto de vivir una experiencia inolvidable, aunque eso es algo que nosotros no sabemos, o al menos no del todo, ya que uno de los grandes problemas de la cinta es el nulo desarrollo, evitando los conflictos. En este aspecto, el largometraje termina por volverse un producto predecible que recurre constantemente a una narrativa en demasía sentimental para conmover al público. Por eso se entiende claramente las intenciones del director, demostrar que sin importar lo terrible que se torne la vida debemos afrontarla con una sonrisa.
La Nave, que se estrena este 12 de mayo, es tan efectiva que aún con todo su excesivo dramatismo puede conseguir cautivar al público general que verá en está cinta una trama esperanzadora que nos recuerda que las buenas acciones aún existen.
*Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24.
Ve la entrevista que le hicimos al protagonista de este filme, Pablo Cruz Guerrero:
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