“La la land”, un atrevido musical sobre una historia de amor

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La nueva película del joven director Damien Chazelle reivindica al musical, realiza un homenaje al género que pertenece y sobre todo es una cinta atrevida, arriesgada, que a pesar de cumplir con las características del género, rompe con varios paradigmas. Ganadora de siete Globos de Oro y con 14 nominaciones a los premios Oscar, es un filme novedoso y a la vez clásico.

Por Arturo Brum Zarco *

Inicia en la mañana, cuando hay un tráfico terrible en una avenida de Los Angeles; pero de repente, una joven baja de su auto y comienza a bailar y cantar; después, no sólo es ella sino todos los conductores que tiene a su alrededor. Así, la cámara sigue a todos y realiza una secuencia hermosa y comienza la magia de un musical encantador, atractivo y atrevido. El inicio de La la land es impactante.

La nueva película del joven director Damien Chazelle, reivindica al musical, realiza un homenaje al género que pertenece y sobre todo es una cinta atrevida, que se arriesga, ya que, a pesar de cumplir con las características del género, rompe con varios paradigmas. Ganadora de siete Globos de Oro y con 14 nominaciones a los premios Oscar, es un filme novedoso y a la vez clásico.

Es una cinta de amor, de coqueteo gracias al baile y al canto. Su trama es casi un lugar común: Mia (Emma Stone), una joven mesera que trabaja en una cafetería de un estudio de cine importante tiene el sueño de convertirse en actriz, se enamora de Sebastian (Ryan Gosling), un pianista de jazz, que tiene el objetivo de abrir su propio club, para que el género musical que toca no muera. Pareciera una historia como cualquier otra, pero como bien dicen: ya todo está escrito, lo importante es cómo lo cuentas.

La la land cuenta esa historia de amor por medio del jazz, género que no “quedaría” para un musical, pero la cinta se atreve y lo logra. Chazelle vuelve a utilizar esa música como lo hiciera en su primera película Whiplash; de nuevo el jazz es un personaje más. Una composición bella de música y fotografía.

Las escenas de baile y canto son un homenaje a los musicales de antaño de Hollywood y a la vez un homenaje al cine mismo; tiene tantas referencias que los amantes cinéfilos adorarán las secuencias. Los protagonistas son fieles a ese encanto que tienen los buenos musicales: Gosling y Stone, no serán los mejores bailando, ni destacados cantantes, pero sus pasos de bailes y sus voces hacen un trabajo aplaudible; cada uno demuestra su calidad y capacidad como actor. Logran ese coqueteo necesario: una pareja que tiene química en el escenario.

Chazelle nos cuenta el inicio y la fortaleza de ese amor a través de un año. Asi vemos qué pasa en cada estación: invierno, primavera, verano y otoño. Cada etapa con su música de acuerdo a lo que sucede con la pareja. Aquí está un punto desfavorable de la película, a mitad de la cinta se alarga tanto la anécdota que se vuelve algo tediosa y repetitiva; pero recupera el ritmo y tono en la parte final.

Con una estética hermosa y una fotografía que hace que la cámara también baile, la iluminación es sombría como el jazz, pero a la vez alegre como un musical. Sus colores acompañan a los sentimientos de los protagonistas. Y es que Damien es un director cuidadoso, que sabe hacer buen cine, con buenas secuencias. Ahora, junten todo eso con una bella canción como City of Stars. El resultado es la reivindicación del musical.

Ganó todo en los Globos de Oro, y en los premios Oscar está nominada en catorce categorias: Mejor Película, Mejor Actor para Ryan Gosling, Mejor Actriz para Emma Stone, Mejor Director, Mejor Guion Original, Mejor Cinefotografia, Mejor Edición, Mejor Canción Original por City Of Stars, por mencionar algunas.

Y como al principio, la secuencia final es impactante, lo mejor de la cinta; y es ahí cuando queda claro por qué es una película atrevida, que rompe con lo establecido. Después de verla terminé tarareando la canción principal, con ganas de aprender tap, deseando que en el tráfico la gente se ponga a bailar y con una reflexión que la podemos discutir cuando vean y disfruten La la land.