El filme nos lleva a una Inglaterra en guerra con Francia, por lo que la corte real está impaciente por las decisiones que tome la Reina, siempre aconsejada por Lady Sarah.

Cuando llega Abigail (también buena interpretación de Emma Stone), prima de Lady Sarah, comienza una guerra interna entre estas dos mujeres por ser la favorita de la Reina, lo que provocará un desenlace cruel y metafórico.

Aunque está basada en hechos reales, Yorgos Lanthimos no intenta hacer un reflejo exacto de ese tiempo ni de lo que pasó, sino mostrar por medio de las características de su cine un mundo aparte, con sus propias reglas, en este caso una corte real, tan hermética, cínica, absurda; como si no existiera nada más que la corte, su Reina y sus dos jóvenes amigas.

Para eso de nuevo Yorgos utiliza su inconfundible humor negro, su brillante planeación y exactitud en cada toma, su riqueza para dirigir a actores y lograr que estos tengan una amplia gama de contrastes, sus diálogos precisos e ingeniosos, sus tomas cerradas, pero sobre todo, el uso de un lente gran angular (que ha usado en la mayoría de sus películas) para distorsionar lo que vemos, mostrarnos otra realidad, una visión surrealista de la corte, a esto hay que agregarle tomas nada convencionales que refuerzan ese estado de que estamos en un mundo aparte y cerrado.

Es la primera película de este director griego  donde aborda el tema de los reyes y reinas y la corte real, y lo hace burlándose de la pomposidad que fueron esos lugares, de lo absurdo de la monarquía, con un ritmo ágil y con escenas que en todo momento te cuentan algo; La favorita rompe los convencionalismos de su género y nos muestra una atractiva tragedia sobre la crueldad del ser humano.