«La camarista», una obra íntima y cotidianamente bella – CinEspacio24

«La camarista», una obra íntima y cotidianamente bella

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La camarista, ópera prima de Lila Avilés, es una buena cinta mexicana que narra  el quehacer diario de una trabajadora de un hotel de lujo de la Ciudad de México. Una obra intimista que le da voz a una mujer que muchos no quieren ver.


Por Arturo Brum Zarco*

@arturobrum

Sube o baja, como todos los trabajadores del lugar, por un elevador oculto (como si estuviera en otra realidad). Arregla las habitaciones de los huéspedes con una parsimonia casi surrealista, y lo hace cuando no hay nadie, es un “fantasma” que deja el cuarto limpió para los clientes. Es tan precisa en los detalles que si no realiza un planchado del papel de baño (así le llaman a poner la punta del papel en triángulo) es amonestada.

Debe llevar un walkie-talkie en todo momento, así se comunican con ella por medio de claves especiales, como si fuera una policía que debe correr para resolver el caso del huésped del cuarto 213 que necesita misteriosamente el triple de jabones y batas.

Su uniforme es de un verde grisáceo, opaco, sin ningún color llamativo. Así pasa desapercibida entre los pasillos del hotel de lujo donde trabaja. Y el objetivo se logra, puede un cliente vomitar a lado de ella y no notar la presencia de esa trabajadora que unas horas antes limpió su cuarto.

Pero ese ser casi espectral, es una mujer joven, trabajadora, tiene un hijo de cuatro años, no terminó la preparatoria, es disciplinada hasta el exceso, pero también busca momentos de recreación, de estudios, de sexualidad, su nombre es Eve y es camarista de un hotel de lujo de la Ciudad de México.

De eso trata la cinta La camarista, ópera prima de Lila Avilés y protagonizada de manera contenida y brillante por Gabriela Cartol. La película por medio de una cámara que raya en el voyerismo nos muestra el quehacer diario de una trabajadora que para muchos no existe; le da vida y rostro a una mujer que labora en la oscuridad.

La metáfora del largometraje es acerca del clasismo, la arduas horas de varias trabajadoras que parecen estar en el olvido; La camarista es un grito a esas trabajadoras que nadie hace caso, pero que realizan un trabajo  loable y necesario.

Uno de los mayores logros de la cinta es que Lila Avilés logra capturar al espectador con escenas lentas y contemplativas que muestran la intimidad de Eve; en ese sentido, podríamos pensar que no tiene nada de impactante ver a una camarista doblar cuidadosamente una almohada o verla comer sólo palomitas; pero su estética y su cuidadosa fotografía crean una atmósfera de tensión y claustrofobia.

Esto también se debe a que en ningún momento vemos a Eve fuera del hotel. Sabemos que tiene un hijo, y que vive lejos del lugar donde trabaja, sin embargo la cinta sólo nos muestra cómo llega temprano todos los días y finaliza su día laboral agotada.

El guion que tiene su  mayor fortaleza en el silencio, como el silencio de Eve, enseña a una mujer que tiene objetivos de vida y  ganas de subir de puesto, aunque la trágica realidad sea otra; Eve está atrapada en un mundo de cuartos sucios y ella es la encargada de limpiarlos.

La película obtuvo el máximo galardón del Festival Internacional de Morelia y es la cinta inaugural de la 66 muestra Internacional de Cine de la Cineteca Nacional. Además, estuvo nominada al Ariel 2019 en la categoría de Mejor Película. 

Con unos toques de humor negro, La camarista aborda las contradicciones de la vida a partir de detalles que parecerían simples pero no lo son, la injusticia laboral y que en la cotidianidad el mundo es inmenso, complejo y por momentos lento.

 

*Periodista y realizador. Director y Editor en CinEspacio24 Noticias. Colaborador en Cio Noticias y Oculus Todo el Cine.

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