Hice «La Llamada del Diablo» y me quedé sin saldo – CinEspacio24

Hice «La Llamada del Diablo» y me quedé sin saldo

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Crítica de La llamada del Diablo, película de terror que narra cómo un grupo de jóvenes son obligados a llamar a un teléfono que se encuentra en el interior del ataúd de una mujer, que en vida se sospechaba que era una bruja.

 

Por Jesús M. Pedraza Madrid*

IG: @juxo_o

Una de las mejores cosas que tiene el cine de terror para quienes somos sus fieles seguidores — y hablo en este caso como un firme caso de ellos— es su capacidad de «enamorarnos» y despertar en nosotros esas ganas fantásticas de vivir alguno de sus argumentos (y sobretodo sobrevivir a ellos). Pondré un ejemplo: la clásica historia de terror juvenil ambientada en los años 80 y 90 suele contar con grupos de amigos en algún lugar (campamento, ciudad, pueblo) donde hay algún antecedente extraño o supernatural que les suele fascinar, por lo que no dudan en investigarlo. Yo definitivamente soy uno de esos , ya que tomaría un atajo a través del cementerio en una noche de luna llena. el que te sonsaca para investigar la casa embrujada del barrio o incluso aquel que se iría de campamento a la luz de la fogata en algún bosque con avistamientos paranormales.

Con esa idea en mente, realizó esta crítica de La Llamada del Diablo (The Call), una película estadounidense de 2020 que seguramente por la pandemia apenas se estrenó en México. Dirigida por Timothy Woodward Jr ( The Outsider, The Final Wish, Gangster Land) y protagonizada por Chester Rushing (Chris Mitchell), Erin Danders (Tonya Michaels), Mike C. Manning (Zack Lambert) y Sloane Morgan (Brett Lambert) así como con la participación de una reconocida actriz del género, Lin Shaye (Edith Cranston) como la principal antagonista de este filme.

Ambientada  al final de la década de los años 80, Chris Mitchell es el clásico chico nuevo de su escuela, tras haberse mudado de ciudad. Allí conoce a Tonya, una joven rebelde quien lo introduce a su circulo de amigos compuesto por los hermanos Zack y Brett Lambert. Durante una noche en el carnaval del pueblo, sus nuevos amigos le cuentan a Chris sobre el fúnebre pasado de la hermana de Tonya y deciden ir a perjudicar —algo que parece ser muy frecuente en la vida de estos chicos— a la presunta responsable: la señora Edith Cranston, quien además tiene fama de ser La Bruja del Pueblo.

Las cosas obviamente salen mal y Edith decide terminar con su vida. Días después del suicidio de la bruja, su esposo Edward Cranston contacta a los jóvenes para informarles que ella les ha dejado una herencia en su testamento, pero que para poder reclamarla tienen que cumplir la última voluntad de su difunta esposa: mantener solamente un minuto en una llamada telefónica de forma individual. ¿El truco? El número al que están marcando es de un celular enterrado con el cuerpo de Edith Cranston. ¿Qué podría salir mal?

Al principio,  La llamada del Diablo parece ser una película prometedora para el género de terror sobrenatural juvenil, ya que logra mantener una estética que parece ser un híbrido entre la serie Are You Afraid of the Dark? ( D.J. Mac Hale y Ned Kandel), A Nightmare on Elm Street ( des Craven) y la reciente Scary Stories to Tell in the Dark (Tales Øvredal). Sin embargo el resultado final es un desastre colosal.

En pocas palabras la película tiene a mi gusto sólo tres cosas buenas: su banda sonora, la actuación de Lin Shaye como La Bruja y tal vez un poco su ambientación. Nada más.

A pesar de que la historia inicia siendo interesante y atractiva —con todo y sus clichés—, su argumento se viene abajo inmediatamente al iniciar el juego con el teléfono, cuando cada uno hace la llamada se transporta a un mundo espectral (muy parecido a las calderas de Freddy Krueger) en donde se enfrentan con traumas de sus pasados, pero es justo decir que este universo está muy mal ejecutado. Los motivos que mueven a los personajes jóvenes son malísimos y sus actuaciones no logran generar tridimensionalidad o empatía alguna para con el público. Lo más triste de todo es que la película ni siquiera logra un solo jump scare ni generar un momento de tensión durante el filme, es como si viéramos una mini serie de efectos especiales exagerados, silencios incómodos y recursos tan repetitivos que nomás no funcionan. Epic Fail.

Si buscas una historia que te intrigue y te saque aunque sea un rato de tensión, no lo encontrarás en este filme. Quiero aclarar algo, tampoco es terrible de ver, yo debo confesar que al menos me divertí un rato viéndola, pero tal vez es porque no tenía nada mejor que hacer. Así que de eso a nada.

El Pumpkímetro para La llamada del Diablo

Es momento de dar una calificación y les recuerdo que yo hago esto entregando calabazas. Tomando como base que cinco calabazas sería el equivalente a «Ver esta película se siente igual que estar dentro de un Escape Room bien ambientado: terrorífico y emocionante» y que por el contrario, cero calabazas sería algo como «Respecto a sustos es similar a la sensación de intentar ser espantado por un niño pequeño con una sábana encima… tal vez da ternura pero nada más». Con base a este parámetro y mis impresiones anteriores yo le entrego a La llamada del Diablo… nada. No hay calabazas para ésta película, las pocas cosas que me motivan a darle algo duran escasos 15 minutos del total de la historia, así que no creo que les puedan dar un uso adecuado a mis cosechas del huerto. Lástima por la Señora Cranston, su muerte en realidad creo que fue en vano.

Me despido y espero verlos de nuevo muy pronto. Estaré dando un paseo por el cementerio en la media noche, ojalá que haya niebla. Si gustan venir son bienvenidos.

*Analista. Crítico de cine. Colaborador de CinEspacio24. 

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