Crítica de Five Nights at Freddy’s, dirigida por Emma Tammi. Película que se basa en el popular videojuego de terror; y nos narra la historia de un guardia de seguridad nocturno del restaurante Freddy Fazbear’s Pizza, donde descubrirá a unos seres animatrónicos aterradores.
Por Ángel Said Morales Olivares* La saga de videojuegos Five Nights at Freddy’s ha acumulado una inmensa base de fans en todo el mundo, gracias a su intrigante historia y aterradora experiencia de juego. Ahora, con el salto a la pantalla grande, surge la pregunta: ¿La película estará a la altura de las altas expectativas que los fanáticos podrían tener? Basada en la exitosa franquicia de videojuegos de terror Five Nights at Freddy’s, la película sigue la historia de Mike, interpretado por Josh Hutcherson. Después de enfrentar problemas financieros y ser marcado por un evento trágico en su infancia, acepta un trabajo como guardia de seguridad en Freddy Fazbear’s Pizza, un restaurante familiar abandonado que solía ser un lugar de fantasía y diversión, donde mascotas animatrónicas entretenían a los niños en fiestas. En su primera noche en el trabajo, Mike se da cuenta de que el turno nocturno en Freddy’s no es tan sencillo como esperaba, ya que se enfrenta a situaciones aterradoras cuando las mascotas animatrónicas cobran vida. Es fundamental señalar que la película tiene una calificación de PG-13 en Estados Unidos y una clasificación B en México. Esto indica que no se adentra en los terrenos del horror extremo ni de la violencia gráfica. Es por eso que película busca un enfoque más orientado hacia el suspenso que el terror, en un intento de hacerla accesible a una audiencia más joven. A pesar de transmitir la atmósfera de los juegos en momentos específicos, la ambientación de la película no se sumerge completamente en la oscuridad y la tensión que caracteriza a la saga original, quedando muy rezagada en este aspecto. A pesar de ser un elemento característico de los juegos los jumpscares o sustos repentinos, en la cinta estos recursos narrativos son ineficientes en generar un impacto real en varias escenas. Resalta el esfuerzo dedicado a la utilización de efectos prácticos en lugar de depender exclusivamente de efectos digitales. Los animatrónicos reales añaden una autenticidad única a la película, destacándose por su movilidad y su interacción fluida con los actores reales, contando con una representación fiel a los juegos. En términos de narrativa, la película busca equilibrar su historia tanto para los fanáticos como para el público en general. Así, ofrece momentos de referencias y guiños al juego que son efectivos y respetuosos con la comunidad de seguidores. Asimismo, la participación de influyentes creadores de contenido es notable y contribuye al atractivo para los fanáticos. Sin embargo, en ciertos puntos, la película puede caer en la sobre explicación, especialmente cuando se desencadenan giros en la trama. Esto puede resultar en que aquellos que ya conocen la historia a fondo por los videojuegos no se sorprendan tanto. No obstante, esta aproximación permite que aquellos que son nuevos en este mundo disfruten de la película y se asombren por primera vez. Los protagonistas son sumamente accesibles, y su historia evoca una gran dosis de empatía. A medida que avanzan las noches, el nivel de riesgo aumenta y, junto con ello, crece la intriga por desvelar la trama completa. A lo largo de la película, se va generando una construcción progresiva hacia la aparición de la amenaza principal, que se erige como un antagonista de peso para el clímax final de la trama. En resumen, la película logra construir una narrativa interesante a medida que avanza. Aunque algunos elementos como los jumpscares podrían no surtir el efecto deseado, y la ambientación no llega a sumergirse por completo en la oscuridad, se queda un poco corta la parte del terror, sin embargo hace un esfuerzo sólido para dar vida a un videojuego de culto, complaciendo a los fans y buscando nuevas audiencias para que se expanda este imponente universo.
*Colaborador Invitado
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