Babak Jalali, cineasta iraní-británico, escribe y dirige Land, la historia de Wesley y Raymond Denetclaw, dos hermanos nativo-americanos de la reserva Wolf Praire que sobrellevan una vida anodina de manera distinta. Wes vive prisionero de su alcoholismo mientras que Ray trabaja arduamente para fungir el rol de patriarca de la familia.
Por Isaac Piña Galindo* Jalali utiliza el lenguaje propio de un retrato documental en su esfuerzo por recrear una dinámica orgánica que capture el curso natural de la vida en el pueblo. Con planos generales del paisaje desértico, el director dibuja la geografía del lugar al mismo tiempo que describe la «personalidad» silenciosa, seca y tosca del grueso de sus habitantes, con lo que logra establecer la tensa convivencia entre los nativos americanos y la población blanca. Jalali toma una arriesgada decisión de estilo que, no obstante, se justifica al acentuar con acierto el drama rural que atormenta a los protagonistas, al construir una atmósfera ríspida que cobra mayor relevancia hacia el tramo final de la película. A partir de la idea de la tierra misma como una frontera física y mental, el director traza de forma gradual la disección del via crucis de Ray, exploración que le da peso al filme gracias a la intensa actuación de Rod Rondeaux en el papel del patriarca. La puesta en cámara de Jalali encuentra un sólido apoyo estético en la fotografía impecable de Agnès Godard, quien adopta el punto de vista observacional del director para elevarlo a un plano humano e íntimo en el que desnuda el relieve emocional de cada grupo. Godard poco a poco rompe los planos generales para «invadir» el mundo personal de los protagonistas; con una composición consistente en planos medio y close up, la fotógrafa francesa analiza, sobre todo, el tejido emocional de la familia Denetclaw, quienes además reciben una dura noticia de la guerra de Afganistán que enrarece todavía más su relación con la población caucásica. De igual manera, la suma de los esfuerzos estéticos de dirección y fotografía devela el código de honor y el sordo (pero frágil) sistema que conforma este microcosmos con ecos del viejo Oeste, donde prepondera la ley del más fuerte. Land resulta en un estudio sobre el racismo y la identidad totalmente disímil de dos pueblos que han peleado por varias generaciones. Crudo relato sobre un hombre, la tierra y la subsecuente tortura que surge cuando las tradiciones heredadas conllevan actos que contradicen valores como el sentido de la justicia y el honor, dilema encarnado a la perfección por la figura taciturna pero severa de Ray Denetclaw.
*Cineasta y Colaborador de CinEspacio24
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